Si no gano, me marcho. Eso es lo ético y lo correcto. Lo acaba de decir el señor alcalde de Madrid al término de un coloquio con los arquitectos de la capital del Reino, en el que se cuestionaron no pocas de las iniciativas tomadas durante la gestión municipal. Mejor que el desafortunado eslogan del PP para la campaña electoral, Confianza, que muchos leen Con fianza -por las denunciadas corruptelas contra miembros de ese partido en algunos municipios-, las dos frases citadas del señor Ruiz Gallardón serían todo un hallazgo para su propia promoción. Denotan, aparentemente, confianza en sí mismo y desapego al poder, algo que sin duda el electorado valora y don Alberto sabe.La capacidad del señor Ruiz Gallardón para la actividad política está fuera de toda duda. Une a su temprana edad en el inicio de tal carrera una inteligencia incuestionable, a tono con un pensamiento acorde con la actual realidad social española, muy por encima del que denotan sus compañeros de partido adscritos al aznarato genovés. Para decirlo en dos palabras: el señor alcalde de Madrid está en el mundo y la actual ejecutiva del PP renquea de nostalgias un tanto añejas.
Por eso, por la agudeza y modernidad que caracterizan el estilo del señor Ruiz Gallardón, a don Alberto le ha venido Dios a ver en forma de portada de la revista Cero, la más afamada publicación del país dirigida a un público homosexual. Han accedido a esa primera y vistosa plana, antes que el actual alcalde de Madrid -que la ocupará en el próximo número-, el señor Presidente del Gobierno, don Gaspara Llamazares, así como quien fuera candidato de Izquierda Unida al ayuntamiento de la capital, don José María Mendiluce.
Pero si ya es noticiable que el candidato de la derecha llene la portada de la mencionada revista, puede que lo sea más el contenido de la entrevista que se le formule y en la que posiblemente don Alberto traspase los postulados reaccionarios de su partido y la católica iglesia respecto a las relaciones homosexuales y personales en general. Para mayor repercusión social y política, la portada y el sin duda delicado cuestionario que le plantearán don Miguel Ángel López y don Leopoldo Alas, director y redactor-jefe de Cero, estarán en la calle la misma semana en que se inicia la campaña electoral para los comicios municipales.
Estoy convencido de que el señor alcalde sabrá sortear el compromiso periodístico con la misma agilidad que ha demostrado para agenciarse, mediante las frases que abren este artículo, el mejor eslogan para revalidar su gestión al frente del ayuntamiento madrileño.
Pero si con lo dicho estuvo afortunado en lo que le compete, el señor Ruiz Gallardón no fue menos sutil recordando que también es legítimo que quienes se presentan por segunda vez a unos comicios, como les ocurriera a don Felipe González y al señor Aznar, insistan por ver si a la tercera llegan a La Moncloa. Esto, que hoy comenta con muy mala pluma El Confidencial, parece contradecirse con lo primero, pero quizá por eso tiene un mayor y más directo carácter alusivo.
RedDiario
Noticia
PIDEN A RAJOY QUE REPRUEBE A GALLARDÓN
La plataforma www.gallardonno.com - iniciativa puesta en marcha por un grupo de madrileños que no están de acuerdo con que Alberto Ruiz Gallardón sea el candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Madrid - quiere mostrar su rechazo a la decisión del alcalde de aparecer en el próximo número de la revista Zero. GallardónNO ha pedido a Mariano Rajoy, en una carta dirigida a la sede del PP, que repruebe a Gallardón por este nuevo guiño al poderoso lobby gay.
Hispanidad
5 comentarios:
Solo tras la realización de un acto de Fe puede admitirse que el señor Gallardón carece de ambiciones políticas. Nadie le niega inteligencia y sentido común, cualidades harto raras en nusteros políticos. No obstante, seguramente le gustaría llegar a ser Presidente de un Gobierno de una descafeinada derecha, que no sería ni chicha ni limonada. Dice que si no gana se va porque está convencido de que va a ganar, un hecho más que probable por otro lado. No digo que no merezca ganar; lo que digo es que la derecha es como es y a quien moleste como es que vote a la izquierda. Ésta también adolece de ciertas nostalgias ancladas en el pasado y no hay nada que objetar en este sentido. Otra cosa es el pragmatismo político, del que el señor Gallardón hace gala cada vez que puede y que sugiere en las actuales circunstancias que la derecha no lo sea tanto y la izquierda tampoco.
Derecha e izquierda se deben en todo caso a los tiempos que corren, siempre que sean coherentes con sus planteamientos y éticos con sus compromisos, y este PP que tenemos dista mucho del que tuvimos en los años en que aspiraba al poder con más cabeza que rabia.
Ya, bueno. No obstante, dejando aparte que en lo de la rabia hay para dar y tomar por parte de unos y otros, quien pertenece a un partido asume sus directrices y si no pues con crear uno nuevo asunto concluido.
Es difícil sentir rabia cuando se han ganado unas elecciones, se está a punto de ganar otras y se cuenta con una oposición tan cerril como idota.
No se crea. Hay quien gana las elecciones para ponerse al servicio de los ciudadanos y hay quien las gana creyendo que son éstos los que deben obedecer docilmente a quien las gana. En este caso, naturalmente, si no ocurre así da un poco de rabia. Y si la opisición fuera idiota ¿a qué asunto meterse tanto con ella? A los idiotas se les compadece, no se les ataca.
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