Vuelve a enconarse el conflicto palestino-israelí con una virulencia propia de los peores tiempos, sin que de momento haya expectativas de que cese la violencia, antes al contrario. Según el diario Times de Londres Israel podría estar planeando otra invasión terrestre de la franja de Gaza. Tres divisiones israelíes integradas por 20.000 soldados esperan cerca de la frontera con ese territorio, listos para llevar a cabo una invasión a gran escala, máxime después de que ayer muriera una ciudadana israelí como consecuencia del disparo de un cohete palestino.Mientras, quienes se ocupan de infundir una cultura de paz en toda esa vorágine de odio apenas ocupan espacios residuales en los periódicos. Es el caso del espectáculo teatral estrenado ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. My name is Rachel Corrie se basa en los escritos de la brigadista norteamericana del Movimiento Internacional de Solidaridad por la Paz, el Desarme y la Libertad que fue arrollada por una excavadora militar israelí en marzo de 2003.
¿Qué significado puede tener un espectáculo de estas características en medio de la desatada tormenta de persecución y muerte que azota otra vez aquellas tierras? Para saberlo hay que reparar en el grado de convicción y resistencia solidarias de esa joven, capaz de oponerse con su vida a la destrucción de los hogares palestinos. Su acción ha dado ahora fruto a una página testimonial que desde la cultura escénica, por mínima que sea su repercusión, contribuye a denunciar la imposición de la fuerza como arma de conquista.
Hay quienes desde la cultura de masas podrían dar mucha mayor proyección a esa lucha en pro de la paz en aquellos territorios. El afamado conjunto británico The Rolling Stones tiene prevista una próxima actuación en Tel Aviv. En los años ochenta, Mick Jagger y los suyos se negaron a actuar en Sudáfrica mientras se mantuviera el régimen de segregación racial. Compusieron incluso un tema musical para denunciarlo que lleva por título Sun City.
No creo que hagan ahora lo mismo que entonces ante su concierto en la capital israelí, aunque moralmente ambas circunstancias sean equiparables. Es una pena porque Rachel Corrie podría ser su mejor canción.
RedDiario
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LA LENTA AGONÍA IMPUESTA A PALESTINA
Tal como se está informando de lo que ocurre en Gaza y Cisjordania, da la impresión de que el pueblo palestino ha escogido la senda del suicidio, y que a donde no llegó la fuerza genocida del Ejército de Israel están llegando la corrupción de los políticos y los enfrentamientos armados entre Al Fatah y Hamás. La apariencia, creada por las agencias informativas occidentales, es así, pero los hechos nos ponen ante la evidencia de un martirio sistemático que Israel hace ahora con piel de cordero e intenciones de lobo.
Xosé Luis Barreiro, La Voz de Galicia.
3 comentarios:
Ese grupo, como toda marca comercial, se debe a lo que gana con su solidaridad. En Sudáfrica podía ganar algo, pero coontra los judíos hoy en día siempre se pierde.
yo creo que debrian tocar en el jardin de mi casa que asi me pilla mas cerca para ir a verlos
Entre un acto voluntarista de solidaridad como el de la obra de teatro y los RS media un mundo, el que tenemos.
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