sábado, 21 de abril de 2007

El espejo y el desnudo de doña Esperanza Aguirre

Lazarillo

Estamos en vísperas electorales y doña Esperanza Aguirre, que intentará revalidar su presidencia al frente de la Comunidad de Madrid, parece empeñada en correr riesgos a cuenta de sus propias declaraciones o las pocas luces del equipo de asesores de comunicación que respalda el proceder mediático del gobierno autónomo. Como bien recordará el curioso lector, hace unas fechas fue muy sonada y remirada la portada de Interviú en la que aparecía semidesnuda doña Lola Jiménez, la atractiva y ecónoma concejala del Partido Popular en el ayuntamiento de Lepe. Tan sugestivo episodio fue sometido a consulta de inmediato por parte de los periodistas, que sondearon el calado de su repercusión en las filas conservadoras. Para sorpresa de algunos, doña Espe no sólo no tuvo nada que reprochar a su desinhibida compañera de militancia, sino que ella misma se mostró dispuesta a posar para la citada publicación si reuniera las condiciones para hacerlo con similar gracia, donaire y atributos. Por supuesto que se trataba de una salida bien humorada por parte de la señora Aguirre, pero todos sabemos cómo se las gasta la canallesca cuando se las ponen tan a huevo: montando una portada de Interviú tal como la señora presidenta anhelaba, según se le hizo llegar a don Ignacio Escolar, flamante director del venidero diario Público (a la izquierda de El País). Por si eso fuera poco, fechas antes, el equipo de publicistas encargados de promocionar Telemadrid, en lugar de aprestarse a la ímproba tarea de intentarlo cuando más bajas son la audiencia, objetividad y calidad de esa televisión pública, obsequió a doña Esperanza Aguirre con un ingenioso puyazo del que no parecen haberse percatado quienes aprobaron el eslogan Espejo de los que somos, que se reconvirtió en Espe jode lo que somos, como si lo hubieran ideado los propios y disconformes trabajadores de Telemadrid, hartos de manipulaciones y sectarismo contra su profesionalidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El pueblo de Madrid, tan generoso, como campechano y abierto, siempre ha jugado existosamente con las palabras: Al Rey José lo llamaron el "rey de copas", Pepe Botella y "rey Plazuelas". Al candidadto a la corona española tras el exilio de Isabel II, Leopoldo Sigmerrigen Hohenzollern lo llamaron: "Leo, ole, ole si me eligen" y a la segunda esposa de Carlos II la commpusieron el siguiente pareado:
"Parid, bella flor de Lis
que en ocasion tan extraña
Si parís, parís a Francia
Si no parís, a París.
Dicho esto, Doña Esperanza Aguirre es casi seguro que vuelva a salir.

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