sábado, 24 de marzo de 2007

Felipe González: España vive un debate político prebélico

Celestina Tenerías

Lo ha dicho don Felipe González en México, con la experiencia y el distanciamiento que le dan una larga gobernación del Estado sin apetencias de retorno y una observación crítica de la actualidad casi siempre tan sagaz como serena en sus apreciaciones. Durante su participación en una Convención Nacional Bancaria, el ex presidente del Gobierno, en lugar de hacer como su otro colega don José María Aznar –tan pertinaz en su empeño de caldear la animosidad ambiental contra el actual ejecutivo-, ha dado una vez más pruebas de su prudencia y sentido común en el análisis de las vigentes circunstancias políticas. España vive hoy un debate político prebélico, ha dicho el señor González, y una crispación sin razón en la que sólo se emplean descalificaciones. A su juicio, los ciudadanos no se merecen esa situación de tensión, pues no existe razón alguna para que exista. Aunque se trata, según sus palabras, de un invento de los políticos, que hacen política desapegados de la ciudadanía, se corre el riesgo de que esa crispación pueda calar en la sociedad, como así está empezando a suceder. Esa tensión, en opinión de don Felipe González, tendría como efecto la ruptura de los consensos que han acompañado los éxitos de la democracia. El ex presidente advirtió que todos los conflictos históricos empiezan por palabras gruesas y en España sólo se emplean descalificaciones. Si a veces para hacer una guerra se pueden emplear buenos argumentos, como también dice don Felipe, cabe preguntarse qué se puede esperar de un clima político en el que no sólo no hay buenos argumentos -ni buenos ni malos, no los hay-, sino una incesante y enconada exhibición del agravio por el agravio. Quizá parezca exagerado que el señor González haya afirmado lo que da título a este comentario, pero si su exageración comporta una llamada al orden cívico entre quienes se puedan sentir aludidos, bienvenida sea. Lo peor son las exageraciones provenientes del otro ex presidente, que más bien parecen llamar a todo lo contrario cada vez que son noticia.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy completa y acertada, a mi juicio, la descripción que el Sr. González hace de la situación política actual, salvo en su calificativo de ser "prebélica". Que la derecha tome la calle no es peor que la tome la izquierda, con o sin banderas y, además, hay que acostumbrarse a ello al menos mientras el Gobierno no tenga para nada en cuenta sus opiniones, algo que jamás ha pasado antes. Yerra también, a mi juicio, en cuanto a las causas de esa situación pero eso se debe, quizás, a su convencimiento de que solo en la izquierda está la verdad. Comprendo que él no pueda ser neutral, pero eso no significa que dejemos de serlo los demás o que al menos intentemos serlo. Por otro lado, no sé yo a qué viene compararlo con Aznar, pues éste cree que la verdad está en la derecha. Claro que si es verdad que en política solo cuenta la ideología y que es ésta la que inspira todos los razonamientos este comentario no tiene mucho sentido, porque siempre se pueden hallar argumentos para defender que algo es bueno o malo. Otra cosa es, naturalmente, que posean lógica o no.

Anónimo dijo...

A David B. le conviene repasar las declaraciones de los dos ex presidentes, si así lo hace convendrá en las diferencias que median entre quien hace crítica hasta del gobierno de su propio partido y quien la hace contra el gobierno de su propio país, en este caso con declaraciones que la mayoría de las veces buscan antes la confrontación que la concordia.

Anónimo dijo...

Deberían hacerle caso a Felipe los del PP, alguno dijo que era mejor que ZP cuando, por ahora, es al revés.

Anónimo dijo...

Con esta decisión el PP reduce aún más el campo de su electorado, porque no olvidemos que El País es un diario que no pasa del centro izquierda, y cuando dijo centro digo mucho centro, y cuando digo izquierda, digo muy poca izquierda. Vamos que han hecho una auténtica patochada.

Anónimo dijo...

Es en buena medida cierto que los ciudadanos españoles no merecen vivir en un permanente conflicto político, pero hay que decir que era de esperar desde el momento en que el Gobierno decidió prescindir de la oposición en los grande temas del Estado tales como el Estatuto catalán, el terrorismo, la educación y alguno más que no recuerdo ahora. No me refiero, naturalmente, a que el partido en el poder no debiera buscar el apoyo de los partidos nacionalistas para gobernar, porque estaba en su perfecto derecho de hacerlo. Sin embargo, una cosa es esa y otra hacer como si la oposición no existiera si no aceptaba los planteamientos del Gobierno. Cierto que la iniciativa ha de tenerla éste; pero gobernar dando la espalda a la oposición acaba generando casi más problemas que si no se le da la espalda. Solo hay, en mi opinión, un modo de superar esta situación: que haya consenso en los pricipales problemas que hoy España tiene y para lograr eso han de negociar, y por tanto ceder algo, ambas partes. No creo que eso sea muy difícil, pues ya se tiene experiencia. En cualquier caso es mucho más sencillo que negociar con ETA-Batasuna.

Anónimo dijo...

Naturalmente que hay diferencias entre uno y otro, señor Cura. D. Felipe González es un hombre mucho más centrado que el señor Aznar en todos los sentidos. Es una lástima que no sea él quien nos gobierne, porque posee una gran clarividencia y no es obstinado, sino flexible. En mi comentario, no obstante, ya decía que no debían compararse a los dos ex-presidentes precisamente en parte por lo que usted indica.

Anónimo dijo...

No le dé más vueltas, DB, desde el mismo momento en que este gobierno está en situación de poner fin a ETA, la oposición ha tratado de que no sea así, y por eso ha perdido la brújula del centro, que es la que gana elecciones. Este PP está más cerca de la Alianza Popular que de la UCD y por ese camino puede llegar a tener los mismos diputados que AP en la transición. Otro partido, no el PP, se hará al final con el electorado de centro.

Anónimo dijo...

La frustración crea resentimiento, el resentimiento anula la razón y la política debe ser el gobierno de la razón.

Anónimo dijo...

Debo decir que encuentro muy interesantes los dos comentarios anteriores, porque ambos se apoyan en argumentos racionales. Lástima que lo de estar en situación de derrotar al terrorismo no lo vea yo por parte alguna (quien ha cedido hasta ahora es el Gobierno),así que más bien lo contrario y lástima también que lo de la frustración pueda aplicarse tanto al PP como al PSOE. Los primeros, porque según se ha dicho "ad nauseam", no aceptan la derrota electoral ya famosa y los segundos porque como no aceptan que a casi diez millones de votantes no se les puede ignorar, se enfadan sobremanera cuando les dicen que no se está de acuerdo con ciertas políticas, deshaciendo ambiguedades de un modo bastante desenvuelto si bien autoritario. Entonces, los otros dicen que seguirán ignorando al PP, que no responderán a sus preguntas y que mirarán para otro lado, pero no para el País Vasco en el que se puede protestar contra decisiones judiciales con total desenvoltura, extorsionar con inigualable frescura y dejar que los ilegales sean legales y ofrezcan ruedas de prensa siempre que les venga en gana.

Anónimo dijo...

¿No salen ustedes de ahí, eh? Mire, nunca como ahora el terrorismo molestó menos y nunca como ahora le ha dado la oposición política tanta cancha para sus intereses? Dejen ustedes actuar al gobierno y si falla póngale a parir, pero esperen al menos a que fracase, coño.

Anónimo dijo...

Es que las medias verdades son a veces peores que las mentiras

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