viernes, 23 de febrero de 2007

Diplomacia directa: Ortega visita a Chávez

Melibea

El corresponsal de la BBC en Caracas lo observa y no deja de resaltarlo en su crónica con la obligación y perspicacia debidas al buen oficio. Don Daniel Ortega, recién elegido presidente de Nicaragua, anuncia en la víspera de su viaje una visita a Caracas y el presidente Hugo Chávez lo recibe hoy mismo en la capital venezolana, como si para tal menester no fuera necesario más que una llamada de teléfono horas antes de la partida del mandatario nicaragüense. Cabe preguntarse si este nuevo procedimiento de diplomacia en directo y sin preámbulos protocolarios, como si los dos líderes lo acordaran con una espontaneidad de agenda muy rara en los asuntos exteriores, obedece a un nuevo estilo asociativo en las relaciones iberoamericanas, marcado por el propósito de los respectivos y nuevos gobiernos de rescatar en común a sus pueblos de un largo pasado de penurias. Como se recordará, hace apenas un mes que los señores Chávez y Ortega suscribieron una serie de acuerdos en Managua con motivo de la toma de posesión del segundo como presidente del país. La celeridad dada por Ortega a la profundización en esos acuerdos, según dijo éste a los periodistas para explicar el motivo de su sorpresiva visita, podría ser una indicio de la preferencia que da don Daniel a esas relaciones bilaterales. Tal como refleja don Carlos Chirinos en su crónica, en una primera fase de la cooperación entre ambos países figura el envío de plantas eléctricas para paliar la crisis energética que sufre la nación centroamericana. Además, en los próximos días llegará a Nicaragua un primer cargamento de petróleo venezolano y se espera otro más para el mes que viene. Cuando se trata de hacer camino al andar, las dilaciones sobran.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya veremos en qué queda el asunto pues, como demuestra la Historia, a veces se hace cambiar todo para que no cambie nada. Eso es lo que ha pasado en la Cuba de Castro. En cuanto a eso de la diplomacia directa debo decir que tambien la Historia demuestra que es muy propia de dictaduras en las que el Jefe Supremo de la Nación quiere manejerlo todo porque nos e fía de nadie y en las que el Gobierno es una especie de "comparsa", cuando no "telonero". La clave del desarrollo de los pueblos no está en despojar al rico y dejar que los pobres sigan siendo pobres, sino en redistribuir la renta, evitar la fuga de capitales, hacer que la gente trabaje y cobre lo justo y que la Ley sea igual para todos. Si Chávez y el otro señor consiguen eso me convertiré en defensor del populismo; pero si no lo consiguen no voy a callarme como muchos hacen cuando se habla de Fidel Castro.

Anónimo dijo...

Otra vez Castro, qué obsesión. Se habla de Nicaragüa y Venezuela, donde han sido elegidos mayoritariamente y democráticamente sus dos presidentes, que son los de la noticia, hombre de Dios, déjese usted de populismos, que esos pueblos saben mucho mejor que usted quiénes lo han explotado y depauperado.

Anónimo dijo...

Siendo Presidente de la República de Weimar el Mariscal Hindenburg, un cabo austriaco fundador del partido nacional-socialista ganó las elecciones por amplia mayoría, convirtiéndose en Canciller. Ser elegido democráticamente no es garantía para evitar una dictadura.

Anónimo dijo...

O sea que el voto conduce a la dictadura siempre que no se esté de acuerdo con el gobierno que sale elegido.

Anónimo dijo...

Ya que lo pregunta voy a responderle diciendole que si el pueblo no dispone de la libertad suficiente como para saber elegir puede emitir lo que yo llamo un "voto nulo". La esencia de la democracia es la libertad; no hay libertad existiendo ignorancia; si hay ignorancia, como quizás la haya en algunas naciones, algun "iluminado" puede llegar al poder y perpetuarse en él hasta que la ciudadania posea el grado de libertad necesario como para quitarlo mediante voto. La pena es que entretanto suele surgir algun otro "iluminado" que da un golpe de Estado y se produce un retroceso con las consecuencias que tan bien se describen cuando se comenta nuestra desgraciada guerra civil.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

No debería confundir usted a los pobres sin cultura con los idiotas que no saben a quién votan. Votan a quienes votan porque hasta ahora les han dicho lo que usted dice y no han salido ni de la pobreza ni de la ignorancia. Y son ya siglos, Liberto.

Anónimo dijo...

Lamento decirle que no ha entendido usted mi comentario. ¿Fueron los alemanes idiotas cuando votaron a Hitler o más bien ignorantes?¿Fueron idiotas los franceses cuando dos millones de votantes proclamaron a Napoleón III emperador?¿Sigo con ejemplos históricos o es suficiente con esos? Ambos pueblos tendrán muchos defectos, pero idiotas no me parece que sean, francamente. Mire usted, yo comprendo que lo que ocurre en ciertas naciones es muy triste y que la culpa de eso la tienen los poderosos; que en ellas hay ciudadanos muy inteligentes, como en todas las demás. Pero la verdadera libertad - que no el libre albedrío - se manifiesta en nuestra capacidad de elección, que será tanto más sabia cuanto más información poseamos de lo que se nos presenta a nuestra elección y de lo que verdaderamente necesitamos. Es lo que ocurre cuando vamos de compras ¿no? Y lo que se nos ha dicho durante muchos siglos, en Europa, América y en todas partes es que como ya podemos votar somos efectivamente libres y no que lo seremos cuando además poseamos la información que nos permita elegir sabiamente. Fíjese usted: si nos dijeran eso, todos y yo el primero exigiríamos gobiernos que nos formaran mediante la educación y no nos deformaran mediante la manipulación. En nuestro país, incluso, dicha manipulación se acepta como hecho consumado.

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