miércoles, 10 de enero de 2007

La palabra de ETA

Image Hosted by ImageShack.us

Félix Población

No estoy de acuerdo con don Santiago Carrillo, por mucho respeto y estima que me merezcan siempre su experiencia y perspicacia políticas, cuando sigue manteniendo, tras el atentado de Barajas, que la negociación con ETA es imprescindible para acabar con el terrorismo.

Sólo hasta el pasado 30 de diciembre, y pese al vandalismo callejero de sus cachorros, el robo de pistolas y otras acciones coactivas similares, estaba dispuesto a creer que ETA tenía una palabra que cumplir, la del alto el fuego permanente, y unas palabras que exponer con el Gobierno. En las actuales circunstancias, con dos nuevos cadáveres en su historial de sangre, no estoy dispuesto a aceptar que la suma de muertos equivalga a lo que el señor Presidente del Gobierno denominó un proceso largo, duro y difícil.

El señor Carrillo quizá tenga razón en que con ETA no se acabará sólo con la ley y la unidad de los partidos demócratas, puesto que esta vieja estrategia hasta el momento no ha dado resultado, pero hoy por hoy, mantener o reimpulsar el civilizado procedimiento del diálogo con quienes no dejan de recurrir a la barbarie y hasta amenazan con utilizarla si no se juega a su favor sería, además de una reincidencia inadmisible en la ingenuidad, un arrodillamiento ante los efectos del terror que ningún Gobierno se puede permitir.

A ETA ya no le valdrá nunca más declarar tregua alguna o alto el fuego permanente para apelar a la palabra como procedimiento negociador. Su comunicado de ayer demuestra hasta qué punto su palabra es un sarcasmo indigno de la más mínima consideración.

A los etarras de la nueva generación, probables reconductores de esa nueva violencia acomodada bajo una fingida, chantajista e hipócrita tregua permanente, no les queda otra, hoy por hoy, que no sea la rigurosa aplicación de las leyes que merece su bestial acometida. Y si entre sus camaradas de pelea, por más curtidos y/o más cansados en ese empeño inútil de matar, hay algunos con una cierta capacidad de perspectiva que no comparten ese incivil procedimiento, mejor será que hagan volver en sí a la lechigada montaraz y la insten a dejar en paz las armas para hacer en paz lo que sólo con paz se consigue: hablar y acabar de una vez con todo ese historial de muerte.

Eso no debería ser posible, con este Gobierno o con los que le sucedan, si es que para entonces seguimos en las mismas, hasta que ETA se vea en la necesidad de anunciar y garantizar, con una comprobación efectiva del hecho, que su acciones terroristas han terminado.

RedDiario

Blog
DON FEDERICO EL DE LA COPE AMENAZA A LOS ECUATORIANOS
Por si alguno de los lectores quiere asquearse una vez más con el verbo trapacero de don Federico el de la Cope, les invito a leer lo que ha propalado esa voz, sita en la emisora de la católica iglesia, respecto a la concurrencia a la manifestación en Madrid, el próximo sabado, de la comunidad ecuatoriana. Lean asimismo las consideraciones que hace al respecto el autor manifiesta y coherentemente subjetivo del blog que les indico, gracias a la recomendación de mi apreciado don Ricardo.
Periodismo Incendiario.

Artículo
EL COMUNICADO
(...) Queda claro por tanto que el diálogo que propone ETA es uno en el que las bombas no sólo no están excluidas sino que forman parte de los argumentos de una de las partes: podrán recurrir a ellas cada vez que consideren que las negociaciones no avanzan en el sentido que desean. No puede haber, por tanto, otra respuesta que la adelantada por Rubalcaba, y asumida estos días incluso por sectores del nacionalismo vasco radical: que el proceso está roto sin posible sutura; y que lo que ahora corresponde es aplicar el principio recogido en el Pacto antiterrorista y reafirmado hace dos días por la vicepresidenta Fernández de la Vega: la firme voluntad de derrotar a ETA "utilizando para ello todos los medios del Estado de derecho". La detención ayer en Francia de dos miembros significados de ETA, un liberado que iba armado y el activista que huyó al ser descubierto el zulo de Amorebieta, avala esa voluntad compartida.
La banda también se reafirma en que el proceso iniciado en marzo no tiene como finalidad acabar con la violencia sino cambiar el marco político, y reprocha al Gobierno que haya establecido "como tope del proceso los límites de la Constitución española y de la legalidad". Tras los meses transcurridos desde el alto el fuego, y a la vista de la forma en que lo han roto, no puede considerarse que los objetivos políticos exigidos fueran mera retórica destinada a vender su derrota como conquista: realmente pensaban que el abandono de las armas les daría derecho a que los españoles se plegaran a reconocer su programa político. El momento es oportuno, por ello, para que todos los partidos democráticos se ratifiquen a su vez en el compromiso de que no aceptarán cambios del marco político a cambio del cese del terrorismo. El límite de cualquier negociación futura, si un día volviera a haber condiciones para iniciarla, sería la reinserción de sus miembros presos o clandestinos. La identificación con esos principios, sin duda compartidos por la mayoría de los españoles, debería ser el eje de la recuperación de la unidad democrática contra ETA.

Editorial del diario El País.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El lenguaje que utilizan los terroristas escandaliza y pasma sólo a quiénes han creido que podía llegarse a algún acuerdo con una banda que proclama un alto el fuego permanente y continua, no obstante, extorsinonando, robando armas, quemando edificios, descerrajando cajeros y reventando autobuses. La unión entre los partidos democráticos, que ahora tanto se solicita, también se requería para gestionar el "proceso". Sin embargo, prefirió abordarse en solitario y eso dio lugar a interpretaciones exageradas acerca de cesiones políticas que parece ser no se han consumado.
Conviene poner las cosas en su sitio desde el principio y así quizás podamos disculpar los errores del gobierno y también los de la oposición.
Johnnyblue

Publicar un comentario