jueves, 11 de enero de 2007

El bochorno de los lemas

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Félix Población

Que un país muestre hoy en día tal división de siglas entre las asociaciones de víctimas del terrorismo como el nuestro, ya es un indicio poco edificante de lo que da de sí como ejemplo de unidad ante esa lacra. Aún así, hasta hace bien poco, los partidos políticos venían respondiendo de modo unitario ante la convocatoria de las manifestaciones que se celebraban después de cualquier acto de barbarie. Participamos y fuimos testigos de esos multitudinarias concentraciones en las que nadie reparaba en lemas o distingos ante los sicarios del terror porque una sola era la voz que primaba: la de la vida y la convivencia.

Eso ahora se ha roto, cuando teóricamente más débil es la fuerza de los matones, menos apoyo reciben por parte de sus aliados, más esperanzados estábamos en acabar con ellos de una manera civilizada y España ha recibido, en cambio, un nuevo zarpazo con su firma que vuelve a dar a ETA la voz que tuvo siempre: la de la muerte y el terror.

Dos muertes más han sumado a su currículum quienes llevan atentando decenios contra la convivencia y la concordia ciudadanas. Las tenemos ahí, muy recientes, luego de más de tres años sin víctimas, y sin embargo nunca de modo tan reprochable han reaccionado algunos partidos políticos, asociaciones y sindicatos ante las dos manifestaciones convocadas para el sábado próximo en Bilbao y Madrid.

A la de Bilbao, acordada precipitada y oportunistamente por el fibroso lehendakari bajo el lema Por la paz y el diálogo, acudirá el Partido Socialista de Euskadi aunque no esté de acuerdo con el lema. No lo hará si bajo ese lema se acoge Batasuna, que se acogerá porque para eso lo puso el señor Ibarreche: para dividir de acuerdo con sus intereses y en contra del parecer del propio presidente de su partido, el señor Imaz.

A la de Madrid, Por la paz y contra el terrorismo, organizada por los sindicatos mayoritarios y la Federación de Inmigrantes Ecuatorianos, no acudirán ni el Partido Popular ni su Asociación de Víctimas (AVT), pues estiman que se trata de un acto partidista en pro del diálogo con ETA, bochornoso criterio que lo anula de toda coherencia pues si por algo se han caracterizado el PP y la AVT es por lo que achacan a los organizadores. También entre éstos, la UGT, Comisiones Obreras y el Foro de Ermua, hubo diferencias por el lema, saldadas final y afortunadamente con acuerdo.

Después de matar, y tras habernos amenazado a todos nosotros con mantener contradictoriamente el alto el fuego y el fuego permanentes, ETA sin duda estará muy satisfecha de observar el efecto divisorio que sus acciones logran entre una clase política y unos colectivos tan deplorablemente irresponsables y sectarios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La conclusión es que pudiendo ser más fuertez que nunca contra el terrorismo, estamos haciendo méritos para ser más débiles.

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