jueves, 21 de diciembre de 2006

Schwarzenegger: mejor matar mejor que dejar de matar


Félix Población

La ejecución hace unos días por inyección letal del asesino confeso Ángel Nieves Díaz supuso para el reo puertorriqueño una agonía de 34 minutos. Las autoridades del Estado de Florida cursaron un comunicado justificando la dilación ejecutoria. La culpa también fue del reo, por supuesto. Alegaron que se debió a una enfermedad en el hígado que padecía Díaz y le impidió metabolizar la primera dosis. Fueron precisas dos, en efecto, para que el sentenciado expirase.

He leído en algunos despachos de agencia que la prolongada agonía pudo deberse, según dictamen médico, a una incorrecta inserción de las agujas en la venas del condenado. También que esa media hora larga de dolor, en que los ojos de Ángel Nieves Díaz no dejaron de gritar su angustia y su pecho no cesó de agitarse, duplica el tiempo habitual de la ejecución, aunque haya quien sostenga que la inyección letal sume normalmente al reo en una inmediata inconsciencia.

La agonía y muerte de Ángel Nieves Díaz ha reabierto un debate siempre latente sobre la crueldad de ese método de matar en varios Estados norteamericanos que quizá se extienda por todo el territorio del país. Jeb Bush ha suspendido temporalmente las ejecuciones en Florida y las medidas recientemente tomadas por el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, anuncian allí un especial y mayor grado de intensidad en la polémica ciudadana. Sobre todo porque en este Estado el juez federal Jeremy Fogel había considerado anticonstitucional hace unos días la aplicación de la inyección letal, tras haber impuesto una moratoria en ese tipo de ejecuciones a primeros de año.

Schwarzenegger, sin embargo, está dispuesto a optimizar los protocolos del castigo -así reza el texto de la noticia en que me baso-, para lo cual capacitará mejor a los verdugos en lugar de suspender su cometido. A tal fin -sigo leyendo-, seleccionará y adiestrará a los ejecutores de las sentencias para que la consumación de la pena capital no viole la Constitución de los Estados Unidos. Tal violación se ciñe a la crueldad de la ejecución, basada al parecer en que dos de los tres productos químicos que se usan en California a veces tardan varios minutos en hacer efecto y detener el corazón del condenado, según alegación de los abogados de otro reo/víctima (hispano también), Michael Morales.

Se supone que un equipo de científicos californianos se volcará a partir de ahora en la investigación con objeto de optimizar los fármacos letales que mejor puedan matar por orden del Estado, perfeccionando así una metodología en su uso que se aplica desde 1976. Que el voto de los ciudadanos sirva para respaldar la venganza por ley que supone la pena capital da a la voz de los electores una cierta complicidad en la sentencia de muerte, porque matar es matar, con o sin tribunales, donde sea y como sea y bajo cualquier tipo de régimen político.

RedDiario

Crónica
BUENAS NOTICIAS CONTRA LA PENA DE MUERTE
Las decisiones adoptadas en California y Florida de suspender temporalmente las ejecuciones de condenados a muerte por inyección letal son un gran espaldarazo a la campaña contra la pena máxima en Estados Unidos.
Diario de Avisos.

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