La silenciada detención de corresponsal de Telesur en Colombia

Lazarillo

No es fácil abordar el largo conflicto armado que vive Colombia desde el compromiso profesional con los sectores populares que más lo sufren. Tampoco estamos acostumbrados a esa perspectiva. Solía tener noticias de ese querido país a través de las crónicas del corresponsal de Telesur en Bogotá Freddy Muñoz. Recuerdo especialmente un conmovedor reportaje en el que el periodista indagaba los afanes y temores de miles de colombianos desplazados de sus aldeas por esa oscura, cruel y dilatada guerra. Hasta el espectador llegaba la voz y el llanto del pueblo sin intermediarios. Respiraban verdad esas imágenes, esas palabras, el celo con el que Muñoz perseguía la autenticidad de su relato.

Como su compañero en Telesur, mi estimadísimo Pascual Serrano, más de una vez tuve el presentimiento de que la arriesgada implicación de Freddy Muñoz en la realidad más viva y silenciada de Colombia, esa ciudadanía en diáspora permanente o las versiones sobre el entorno social y político que el cronista anotaba entre los sectores sindicalistas e indigenistas del país, podía sufrir algún grave contratiempo. Por suerte, no han atentado contra su vida. Sólo se han limitado esta vez a imponerle una mordaza.

Freddy Muñoz fue detenido el pasado domingo en el aeropuerto de Bogotá a su regreso de Caracas por funcionarios del Departamento de Seguridad del Gobierno. La acusación que pesa sobre él no podía ser otra que la de rebelión y terrorismo. Su colega Serrano aclara que la de Muñoz es una probada rebelión contra la mentira y la manipulación informativa, que venía provocando, a su vez, terror en los responsables gubernamentales del señor Uribe. También se refiere a los intereses políticos y mediáticos que esa detención podría comportar con intención de fomentar una crisis diplomática entre Colombia y Venezuela, a pocos días de las elecciones previsiblemente favorables a Chávez en este país, y erosionar la creciente credibilidad internacional de Telesur.

Tengo la esperanza de que esto último no sólo no se cumpla sino que revierta en prestigio y mayor provecho difusor de la cadena televisiva. En esta ocasión la noticia no ha gozado del eco que en otros casos organizaciones no gubernamentales como Reporteros sin Fronteras o la Sociedad Interamericana de Prensa conceden a tan flagrantes delitos contra la libertad de expresión. ¿Se imaginan la amplia y orquestada repercusión de sus denuncias si la detención de un informador hubiera tenido lugar en Venezuela o Bolivia?

Tampoco en España me consta hasta ahora referencia alguna del caso Muñoz por parte de los medios de información más reconocidos. Mucho menos por aquellos que como Periodista Digital o Periodista Latino sólo dan cuenta de los atentados que sufre la profesión cuando abrevan en fuentes interesadas en denostar a los regímenes socialistas democráticos vigentes en América Latina.

RedDiario

Noticia
¿MANIOBRA CONTRA TELESUR?
La organización Reporteros sin Fronteras deja entrever que la detención podría deberse a una serie de entrevistas con guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que emitiera Telesur en 2005. El canal de televisión también transmitió imágenes de manifestaciones en contra del presidente Álvaro Uribe, quien entonces manifestó su "inquietud", al tiempo que el gobierno estadounidense hablaba de "provocación".
APM.