lunes, 16 de octubre de 2006
Latinoamericanos en Canadá: problemática de la inserción
Mirna Concha (Periodista chilena en Toronto)
El desarraigo, la falta de símbolos referenciales, axial como la política de multiculturalismo impulsada por el otrora Primer Ministro Pierre Trudeau en 1971, son elementos que sin duda han repercutido en la inserción y en la participación ciudadana de los inmigrantes en Canadá, manteniendo a su mayoría en ghetos comunitarios y en la periferia del quehacer político y social de esta nación.
Durante las últimas décadas, las características de la inmigración latinoamericana han estado marcadas por conflictos políticos y sociales. Para Canadá la inserción está concebida desde un prisma que considera elementos sociales, económicos y políticos. Sin embargo en la práctica, para estos inmigrantes la inserción se ha focalizado básicamente en lo educacional y económico, existiendo poco interés de las autoridades y/o de las mismas comunidades, por trabajar activamente en la expresión social y política de este nuevo país que les acoge. Excepcionales son los casos que han avanzado en niveles educacionales para incorporarse a organizaciones y/o agencias no gubernamentales orientadas al trabajo social.
Este escenario, demostrado por varias investigaciones, se presenta sin duda con mayor intensidad en las primeras generaciones. Lo anterior debido a que al llegar, estos inmigrantes enfrentan no solo el desafío de insertarse en un país con cultura e idioma diferentes, sino además, y una vez establecidas sus necesidades básicas de sobrevivencia, comienzan a procesar sus respectivas historias para ir paulatinamente entendiendo y asimilando la suerte de "tornado" que ocurre en sus mentes y en sus vidas.
A poco andar, los inmigrantes latinoamericanos extrañan los núcleos de encuentro en que la familia -pilar principal de esa sociedad- juega un rol fundamental. Poco a poco esa carencia les lleva al encuentro de pares a través de organizaciones culturales, sociales y políticas que sus respectivos conciudadanos han establecido en las distintas ciudades de Canadá y van generando lazos afectivos que a la larga les llevan a formar nuevos núcleos familiares en que estas relaciones suplantan las de parientes cercanos que quedaron en sus países natales.
En Latinoamérica la participación política está marcada básicamente por un desarrollo integral del ciudadano en las distintas instancias de la sociedad. En sus países, la educación -tanto escolar como valórica- va de la mano de la participación social, que a su vez es política. Es decir, los ciudadanos crecen participando en las distintas instancias sociales que van conociendo en la medida que se van desarrollando. Éstas normalmente comienzan en los establecimientos educacionales donde participan primero en instancias sociales y culturales, para luego, una vez desarrolladas sus personalidades e intereses, comenzar a proyectarse fundamentalmente como líderes estudiantiles. Son precisamente éstos quienes mas tarde se suman a centros culturales, sociales, partidos políticos, sindicatos y distintas organizaciones que en las sociedades democráticas latinoamericanas potencian la participación ciudadana.
A lo anterior se suma la historia del continente que ha estado caracterizada por conflictos políticos, dictaduras militares y violaciones a los derechos humanos. Muchas de las recientes generaciones de inmigrantes latinoamericanos a Canadá han sido protagonistas y víctimas. Estas historias se traspasan de generación en generación, siendo los ciudadanos latinoamericanos entes en extremo y mayoritariamente mas politizados desde muy pequeños que los ciudadanos canadienses.
Es por eso que al llegar a Canadá, al no tener estos referentes y al estar además sumergidos en tratar de iniciar una nueva vida, sus intereses políticos van quedando postergados. Muchas veces éstos solo se remiten a la participación en los núcleos de sus respectivas comunidades de origen o simplemente a dedicar su vida al desarrollo económico y educacional de sus hijos.
La baja participación política de las primeras generaciones de inmigrantes en general en Canadá -no solo latinoamericanos- también obedece a la discriminación que muchas veces enfrentan, al poco interés que demuestran los partidos políticos tradicionales canadienses por llegar y/o incorporar a los nuevos inmigrantes y a la falta de mecanismos que fomenten la participación política de éstos en los procesos electorales.
Estudios demuestran que si bien en los últimos tiempos ha aumentado la representación de políticos inmigrantes en las distintas instancias de gobierno (local, provincial y federal), ésta sigue estando por debajo de lo esperado. Lo anterior también se relaciona con la política de multiculturalismo, toda vez que ésta mantiene a los inmigrantes en suertes de fetos culturales y sociales distantes del quehacer nacional canadiense.
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