martes, 3 de octubre de 2006

Las drogas y la adolescencia

Image Hosted by ImageShack.us

Félix Población

Se lo he dicho a mi hija esta mañana antes de su jornada escolar. Entre 1995, año en que nació, y 2006 ha aumentado en un 50 por ciento el consumo de cannabis entre adolescentes. También ha sido muy notable el incremento del de cocaína, que se ha multiplicado por cuatro.(¿Se imaginan crecidas de igual calibre para próximas décadas?). Datos tan alarmantes como los difundidos ayer por la señora ministra de Sanidad nos han servido a los dos para charlar una vez más sobre la importancia de llenar el tiempo de ocio de curiosidad e inquietudes que lo cultiven y hagan más divertido.

En el pueblo donde residimos, una de esas localidades próximas a la ciudad que se expanden a un ritmo disparatado sin que el abuso de ladrillo presuponga una equivalente mejora de los servicios sociales, son muchos los adolescentes que llegados los fines de semana sestean por las esquinas de los quioscos y parques arrumbados en su aburrimiento. El proceso se inicia a los 11 o 12 años, cuando los chicos, faltos de canchas donde practicar algún deporte o renuentes al ejercicio deportivo porque no les gusta, se juntan a comer bolsas de chuches y dejar pasar las horas.

Es observable entre esa chiquillería que vegeta en la calle con los ojos amortiguados por el tedio dominical, sentados en las escalinatas de los jardines o tumbados en los bancos y las aceras, que la obesidad es bastante común, acaso como consecuencia de la abusiva ingesta de los productos que consumen. En otro punto de nuestra localidad, próximo al cementerio, adolescentes más crecidos, provistos ya de su primer utilitario, hacen lo propio con adicciones de más riesgo.

Ni una sola actividad socio-cultural se registra en esta localidad de casi tres mil habitantes a lo largo de sábados y domingos. Con una población infantil y juvenil en auge, las mínimas disponibilidades quedan reducidas al horario funcionarial de lunes a viernes sin que la administración municipal preste acogida a las iniciativas vecinales que tratan de paliar esa atonía en la que languidecen niños y adolescentes.

Dejar sin oportunidades sociales de comunicación, diversión y cultura a los más jóvenes en centros urbanos como el nuestro, ubicados en el entorno de las grandes y pequeñas ciudades y con un creciente desarrollo demográfico, es tanto como favorecer el vacío del tedio entre el mocerío y predisponerlo a la búsqueda de otros artificios estimulantes.

Hasta que las administraciones locales de este tipo de municipios no estén en condiciones de favorecer y potenciar iniciativas que palien la ociosidad de niños y adolescentes, de poco servirán las campañas publicitarias en que el Gobierno se gasta nuestros impuestos. Más valdría que éstos se destinaran a dar alicientes de vida en común a los jóvenes, antes que eslóganes preventivos envueltos en un formato de imágenes impactantes.

RedDiario

Noticia
NUEVE DE CADA DIEZ JÓVENES DESCONOCEN LOS EFECTOS DEL CANNABIS
Nueve de cada diez jóvenes que fuman cannabis desconocen los efectos que esta sustancia genera a largo plazo en el organismo.
DiarioMálaga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

También convedría saber el monto de esas campañas publicitarias sin mayores efectos en la prevención del mal.

Publicar un comentario