lunes, 9 de octubre de 2006

Fidel Castro y sus apuntes terminales

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Félix Población

A lo largo de sus muchos años en el poder, el presidente cubano Fidel Castro sufrió no pocos y fallidos atentados contra su persona por parte de los Estados Unidos. Es hasta cierto punto lógico que ahora, dado su estado de salud tras una delicada operación quirúrgica y el prolongado silencio que envuelve su convalecencia, procedan de los servicios de inteligencia norteamericanos las nuevas que dan al jefe del Estado cubano corto porvenir vital.

La última información la publicó la revista Time, sin embargo, y sin duda el prestigio de la cabecera ha obligado a las autoridades cubanas a desmentir la inminencia de que el octogenario Comandante vaya a fallecer en breve, interpretación, por cierto, que no hacía la mencionada publicación. Que Castro padezca un cáncer terminal y no pueda quizá retornar al frente de la gobernación de su país, no indica que su biografía tenga el punto final a corto plazo.

Para mí lo más significativo de cuantas noticias se han difundido en estos últimos tres meses respecto a la salud de Fidel Castro ha procedido justamente de su propia biografía, esas Cien horas con Fidel: Biografía a dos voces elaborada por el escritor y periodista don Ignacio Ramonet, que tras el éxito de la primera edición ha llevado a su autor a publicar una segunda substanciosamente corregida y aumentada por el propio protagonista.

Según el director de Le Monde Diplomatique, ha sido el mismo Fidel Castro quien desde su lecho de convaleciente se ha mostrado más interesado y activo en añadir algunos pasajes más a las páginas de su prolongada existencia. Entre ellos constan, sobre todo, más detalles sobre la relación con su madre, algunas cartas dirigidas al presidente Sadam Hussein antes de la invasión de Kuwait y una versión ampliada del fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez.

En todo eso, que ha terminado por completar una dilatada obra de 800 páginas, ha trabajado personalmente el líder cubano antes y después de su operación quirúrgica, como por otra parte él mismo declaró en la entrevista con el diputado argentino don Miguel Bonasso publicada en Pagina/12.

El dato no debe pasar desapercibido para nadie y la interpretación más idónea que sin duda cabe hacer del celo biográfico del Comandante convaleciente es que sus facultades intelectuales, de momento, se lo han permitido. Aunque también podría ser indicio de que, muy preocupado por el testimonio que el libro pueda dar de su vida y de su obra, las haya aprovechado contra reloj antes de llegar al agravamiento más o menos próximo de su mal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí que Castro ha ultimado sus memorias en los últimos meses de su existencia.

Anónimo dijo...

La medicina cubana ya puso en pie a Castro, no lo olvidemos, y puede que esta vez posponga su final más tiempo de lo que se piensa.

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