viernes, 23 de junio de 2006

Chullito de Méjico, el niño ciego por los pesticidas

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Melibea

Vean esa sonrisa ciega que se le desborda de ternura por los labios. Es la de Chullito, apenas tiene cuatro primaveras que no ha visto crecer de brillantes lumbres y pujante y renaciente coloración vital. Chullito, al que también llaman Pepe entre los suyos, que son los de abajo, nació ciego por el uso de pesticidas en los campos de cultivo que trabajaban sus padres, allá en Méjico. La fuerza envenenada de ese tósigo hizo que Chullito naciera sin globos oculares. Esa sonrisa no puede llenarse de horizontes.¡Mierda de mierda maldita, Chullito, la que ha castrado tu mirada! ¿Querrán dejarnos a todos ciegos para no ver la bárbara dimensión de esa agricultura químicamente forzada hasta la extenuación de la tierra? Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona se han movilizado para que Chullito tenga un futuro con voz clara y conocimiento e inteligencia tan agudos al menos como los que segaron de su vista. Quieren que Chullito sepa mañana alumbrar con su saber la experiencia de luz que arrancaron de sus ojos. También pretenden denunciar las en extremo duras condiciones agrarias del desierto de Coahuila y la peste de unos campos de cultivo que queman los ojos nacientes de la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué esto les ocurre siempre a los más pobres?

Anónimo dijo...

¿Cuántos así en el mundo?

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