lunes, 29 de mayo de 2006

Don Esperanza Aguirre del gran poder

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Lazarillo

El pasado jueves, y en horario de máxima audiencia, la Telemadrid de doña Esperanza Aguirre tuvo a bien publicitar aún más la novela de Dan Brown El código da Vinci y la peli correspondiente. Lo hizo además según el estilo tridentino que mola en los grupúsculos neocon más caracterizados, pues se trataba de un falso debate entre iguales poniendo verde al autor y su obra, que es el mejor modo de que ésta se siga vendiendo como churros.

Allí estaban don César Vidal, historiador acendrado de revisionismo en los medios ultras, una tal Schlichting que luce en la COPE las servidumbres de vocerío montaraz debidas a don Federico, don Luis Suárez que promueve la Fundación Franco y preside la Hermandad del Valle de los Caídos, don Rafael Navarro Valls, miembro del Opus Dei, y otros peculiares rectores del conservadurismo periodístico católico más rancio.

El ilusorio debate fue un fracaso de audiencia por la absoluta carencia de contraste entre los intervinientes, sin que a doña Esperanza le avergonzase para nada esa falta de objetividad con la que ha venido arruinado de expectativas y dignidad profesional su televisión pública. Tan nefasta gestión no casa con las ambiciones de la señora Aguirre que se barajaban ayer en una informe que publicaba El País: como saque adelante con éxito las autonómicas -se especulaba-, a doña Espe le puede aguardar un puesto de privilegio para aspirar a la Moncloa.

Las razones esgrimidas en el informe no eran peregrinas. A la señora Aguirre se la quiere en el PP. Es persona que se honra de su ideología manifiestamente derechista, desmarcada del gastado binomio Acebes-Zaplana, en buenas relaciones con los representantes populares en las comunidades autónomas y con el tinglado muy bien urdido entre sus fieles en tan importante feudo territorial y político como el de la comunidad madrileña. Además -esto no se decía- es mujer, como doña María Teresa Fernández de la Vega, a quien las encuestas acaban de dar como figura política mejor valorada.

De todas formas, con el fiasco de Telemadrid entre sus obras, las ambiciones de doña Esperanza al Gran Poder se nos antojan excesivas en la España de hoy, a no ser que se den en el Partido Popular desaguisados de momento impredecibles, aunque acaso no lo sean en un porvenir más o menos inmediato.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lástima haberme perdido la emisión de este programa porque, después de haber leído el libro seguro que estaba de acuerdo con muchos de los argumentos allí dados. Porque, la verdad, el libro es, sencillamente, malo. Y no digamos nada de la parte final, parece de adolescentes descerebrados. Vamos, una pena de libro que se ha traducido en una aburridísima película.

cuerpomente dijo...

No he leido el libro, vi parte del debate, pero vi la pelicula. Hacia tiempo que no veia una peli tan mala. Y eso que el tema me interesa, y ademas lo conozco mas o menos: he estado en Rosslyn hace años.
El debate en TeleMadrid estuvo francamente bien. Daban su opinion, lo que me parece de lo mas normal. Lo raro sera encontrar a alguien que defienda las tesis de la pelicula, alguno de marketing de la pelicula o el propio autor, porque no da para mas.
Yo no vivo en Madrid, pero con el cable no me pierdo su programacion, que para mi es en este momento la mejor television publica que tenemos. Los mejores debates y las mejores peliculas. Y NO tiene telebasura. Alguien da mas? Pues yo, ademas tiene los mejore profesionales que no se dejan llevar por audiencias, sino por la calidad., como corresponde a una tele publica. Lo tengo clarisimo.
En cuanto a la entrevista de El País con Esperanza Aguirre, pues fijate, me he dado cuenta que esa señora es la que yo quiero en la Moncloa. Y estoy seguro que miles de lectores descubrieron que tambien.

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