martes, 16 de mayo de 2006

Barcos, satélites y ejércitos frente al hambre

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Félix Población

Ha dicho la vicepresidenta que el Gobierno pondrá barcos y satélites para prevenir y tratar de disuadir la temeraria travesía de más hambrientos hacia las costas de España. Al parecer, y a medida que tratamos de controlar esas oleadas de la miseria que nos gritan la desesperación que se vive allá abajo, los inmigrantes abren nuevas rutas que puedan dar más cobertura a sus sueños de evasión.

Los diputados de la oposición, con la simpleza que les caracteriza, echan la culpa del conflicto al señor Rodríguez Zapatero, en quien pretenden personificar desde hace dos años a la madre de todas las desgracias. Piensan que la ley reguladora de la inmigración aprobada por su gabinete opera como efecto llamada y que de ahí procede la marea de indigencia que se derrama sobre nuestro litoral sur.

Pocas veces he podido escuchar a quienes desde el Partido Popular esgrimen tales argumentos la más mínima referencia al mar de fondo que origina esas oleadas. A ninguno de sus líderes, tan rigurosos a la hora de culpabilizar al Gobierno, le he escuchado jamás la más mínima alusión a los paisajes de hambre, enfermedad y miseria de donde provienen esos seres humanos. A lo peor es que no han caído en el detalle o lo consideran en extremo demagógico.

Allá en USA, de donde proviene el caldo de cultivo que merced a la influencia de mister Bush sobre el señor Aznar ha servido como recetario para la política ultramontana del PP, piensan militarizar la frontera con Méjico para liberar a la ciudadanía del riesgo y efecto sobre las conciencias que supone enfrentarse a miradas como las que ilustra este artículo.

Es posible que al Partido Popular, ajeno al parecer a la motivación que mueve a quienes buscan pan y trabajo, esa medida le resulte mucho más plausible, sin reparar que detrás de esas murallas de alambradas, satélites y ejércitos crece la muerte.

Hasta 40000 niños morirán de hambre en el Cuerno de África en las próximas semanas como consecuencia de una de las más graves sequías que viene sufriendo la zona. El informe lo ha dado a conocer ayer mismo UNICEF y es uno más de los muchos que nos llegan con parecidos y desalentadores guarismos a lo largo de cada año.

No hay caridad que pueda hacer frente a tanta pobreza. Sólo la solidaridad y los organismos internacionales llamados a representar humanitariamente a la Humanidad pueden hacer algo para que el continente africano no acabe desangrado en vida. Una vez más debemos recordar aquella frase de Stephan Harding que dice: En la Tierra hay de todo para cubrir las necesidades de todos, pero nunca habrá lo suficiente para colmar la avaricia de unos pocos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La cita no afecta a quienes organizan la riqueza de unos y la miseria de los más. Están muy preocupados con los dividendos de sus explotaciones en paísis que como Bolivia tienen a un tercio de su población pasando hambre.

Anónimo dijo...

Ni caridad ni solidaridad serían necesarias si hubiese justicia. Para empezar justicia reparadora.

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