La boda gay del PP en Galicia

Félix Población

Dos homosexuales gay se han casado en Galicia. La boda ha tenido más repercusión de lo normal porque uno de los contrayentes es concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Orense por el PP. Don José Araújo, haciendo uso de su libre albedrío sobre algo tan personal, ha votado con su ejemplo a favor del gobierno socialista y en contra de su partido, forjador junto con la católica iglesia de la durísima campaña llevada a cabo contra la ley que legalizó en nuestro país las uniones entre homosexuales.

A la celebración asistió el señor Núñez Feijoo, presidente del Partido Popular de Galicia, quien no tuvo ningún reparo en definirse como liberal y persona favorable a la libertad sexual, siempre que no se utilice ésta para obtener réditos electorales, palabras todas ellas llenas de lógica y sentido de la realidad.

Por provenir de un alto cargo del partido conservador, esas declaraciones serían dignas de encomio si sirvieran de atisbo a un cambio de postura en la cerrazón mental de la jerarquía popular. Sin embargo, como la actitud de don Alberto sólo parece una toma de postura individual que en nada afectará a los criterios del aznarato genovés, cabría interpretarla más como muestra de cinismo que de coherencia. Si el señor Núñez Feijoo piensa lo que asegura, una de dos, o se va de su partido o hace lo posible para que lo echen al defender puntos vistas contrarios a los de sus jefes.

No se debe olvidar al respecto que el PP no sólo presentó un infumable recurso al Tribunal Constitucional contra la Ley del Matrimonio entre Homosexuales, sino que fue capaz asimismo de llevar al Senado el infausto dictamen del homofóbico don Aquilino Polaino. Este señor, catedrático de Psicopatología por la Universidad Complutense, aseguró ante la Comisión de Justicia de la citada institución que los gays son hijos de padres hostiles y alcohólicos.

En onda con ese diagnóstico se mostró en más de una ocasión el señor Fraga, que de seguro no estuvo en la ceremonia de Orense. Es más, cabe dentro de lo posible que los contrayentes no hubieran dado oficial refrendo a su unión, formalizada por el alcalde popular del Ayuntamiento orensano, si don Manuel siguiera presidiendo los destinos políticos de la Xunta.