martes, 11 de abril de 2006

Italia está pendiente de seis senadores

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Lazarillo

Espero que mis alumnos en Italia, a los que dejé en la escéptica expectativa de un desalojo de Berlusconi, hayan recibido la sufrida y mínima victoria de Romano Prodi con algo más de esperanza de la que tenían en Il Professore. Tras la reforma legislativa de Il Cavaliere era muy improbable un triunfo que garantizara la gobernabilidad con el dominio de las dos cámaras. De ahí que don Silvio llegara a decir que un empate para él supondría una derrota.

Italia vivió ayer una noche electoral impropia de un país en la vanguardia de Europa. Puede que la lentitud subdesarrollada del escrutinio a lo largo de casi doce horas explique también el decaimiento al que ha sido abocado el país a lo largo del último lustro. A lo ajustado de las diferencias entre las dos coaliciones contendientes se sumó un dilatadísimo recuento de votos que debería avergonzar a sus responsables en el actual gobierno.

Hasta casi las tres de la madrugada no se supo con certeza que La Unión había derrotado a Forza Italia por una sola décima en la Cámara de Diputados. El balance en el Senado daba un solo escaño de diferencia entre la coalición de centro-derecha y la de centro-izquierda, a expensas de los seis senadores pendientes del voto de los ciudadanos italianos en el extranjero.

Romano Prodi esperará el resultado de esos últimos millares de papeletas con la perspectiva de quien podrá o no podrá dirimir el porvenir inmediato de Italia, tan urgida ahora mismo de medidas solventes que propulsen su reactivación económica y hasta su reanimación ciudadana, manifiestamente decaída y escéptica ante las actitudes y gestión de la clase política dominante.

Sea cual sea el balance final de estos disputadísimos comicios, lo peor que podría haber ocurrido no ha pasado. Il Cavaliere ha sido desalojado de su sitial de dominio y prepotencia al frente de la nación. Seis escaños de Senado pueden tener la llave para que Il Professore intente en Italia, con todas las dificultades que un triunfo tan apretado y una coalición tan heterogénea comportan, una mínima regeneración económica, política y social.

Desde aquí vaya mi más afectuoso saludo a mis jóvenes alumnos de la vieja universidad maceratense, enamorados de la lengua española a través de una palabra cuyo sentido aplico a la nueva Italia deseable: ojalá.

+ Artículo relacionado: La larga noche en el recuento de votos de ayer recuerda la primera elección de Bush, ominoso episodio en la historia de la democracia norteamericana.

+ NR: Detenido el Capo Supremo de la Mafia Bernardo Provenzano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la NR.

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