jueves, 16 de febrero de 2006

O La Razón o La Nación, siempre del aznariego Anson

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Félix Población

Dándoselas de lo que nunca fue ni será, cándido, don Luis María Anson acaba de manifestar a toro pasado que el señor Lara, propietario del periódico La Razón, compró el diario Avui sin consultarle y que para él eso supuso tal contradicción entre su españolismo y el soberanismo catalán que renunció a la dirección del primero.

Como se sabe, don José Manuel Lara es copropietario de Avui, órgano oficioso del nacionalismo catalán, al lado del conde de Godó, presidente a su vez de la empresa editora de La Vanguardia. Ambos caballeros, no precisamente proclives a las tendencias nacionalistas, están en posesión de la mayoría de las acciones del diario catalanista junto a la propia Generalitat, que siempre se cuidó de la pervivencia del mismo.

Para don Luis María habrá sido sin duda decepcionante abandonar el pilotaje de La Razón después de fundar y propulsar el diario con suma eficacia. El señor Anson procedía de ABC, casa a la que entregó la mayor parte de su vida profesional y de la que salió con el despecho de quienes se sienten defenestrados. Desde 1997 hasta hace unos meses, el curtido periodista supo llevar a La Razón, aplicando un diseño y formato muy similares a los característicos del viejo diario monárquico, a unos niveles de difusión e influencia ciertamente encomiables.

Hasta ahora, don Luis María mantenía su valiosa firma en el periódico, figuraba como presidente fundador en la mancheta y presidía asimismo el Consejo Editorial del Grupo Planeta. Pues bien, el señor Anson, en una carta dirigida a don José Manuel Lara, ha renunciado a todo ello y le plantea al reconocido editor barcelonés este envite: Decidiste quedarte con mi periódico y yo decidí apartarme de él. Te reitero mi ofrecimiento de adquirir tu participación en La Razón, abonándote todo el dinero que has puesto más el diez por ciento de plusvalía.

El espíritu pugnaz de don Luis María, probadamente avalado por su sabiduría en el oficio y sus artes confabuladoras contra el socialismo gobernante, apuesta por seguir en ambos frentes a la cabeza de un diario. Si no le devuelven su Razón -para lo cual dispone de todo el dinero aznariego que representa esa cara apetencia-, es de prever que haya una nueva cabecera a punto de luz en el inmediato porvenir profesional del señor Anson. ¿Acaso La Nación, recientemente registrada?

3 comentarios:

Lazarillo dijo...

¡Diana!, don Félix.

Anónimo dijo...

El señor Anson, los empresarios entre los que se mueve y los varios intereses a los que éstos sirven son un ejemplo de la profesión periodística en este país. Pese a los años que llevan en el tinglado, su sed de ambición y de poder no conoce límite. El señor Anson ya debería estar a sopitas y buen vino, pero no, hasta que la muerte lo separe seguirá en el combate frente al contubernio socialista-separatista. Dios lo ampe en su infinita misericordia.

Anónimo dijo...

¿Pero no existía ya La Nación? Creo recordar que era un periódico ultra.

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