viernes, 17 de febrero de 2006

ETA: ¿El principio del fin o sólo una tregua?

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Lazarillo

Mientras los periódicos se llenan de especulaciones en torno a la posibilidad de que nos hallemos ante el principio del fin de ETA, barajada por el señor presidente del Gobierno con temeraria e innecesaria presteza, los terroristas obsequian a los empresarios renuentes a su chantaje con reiterados bombazos contra sus instalaciones.

Da la impresión, al considerar las ponderadas declaraciones de los ministros de Interior y de Justicia -mucho más cautas respecto a la optimista apreciación del señor Rodríguez Zapatero-, de que algo se mueve en pro de la pacificación en el entorno etarra, pero sin que esa corriente favorable al diálogo conste de manera fiable en el seno de la banda.

Todo parece indicar que los pistoleros siguen a lo suyo, tratando acaso de sobredimensionar con sus esporádicas acciones violentas la pervivencia de algo de su fuerza bruta para presentarse con el olor de la pólvora en la mesa de negociación. En su filosofía del chantaje, si ese hedor perdiera frescura, también perderían fuelle sus reivindicaciones, que por estar sustentadas en un largo historial de sangre no pueden saldarse más que pidiendo perdón por tanto crimen y reconduciéndolas hacia el debate político civilizado.

Ayer se refería el señor Ibarreche de modo ambivalente al próximo y deseable futuro en paz de su país sin que este Lazarillo supiera discernir si estamos ante una simple tregua de ETA (con o sin trampa), si esa tregua podría ser el prólogo a un cese definitivo de la lucha armada o hasta cabría esperar una más o menos inmediata declaración anunciando el final de la misma.

Hay que aprovechar esta oportunidad para la paz, afirma el fibroso lehendakari, pero sus palabras, antes que una invitación al nacionalismo abertzale para tal fin, parecen dirigidas más bien al gobierno de la nación para que haga más y hable menos, algo totalmente incoherente mientras ETA sigue hablando a bombazo limpio, sin la más mínima intención por su parte o por la de su brazo político, aspirante a una legalización, de pedir perdón por los centenares de víctimas que costó su entendimiento de la lucha política a través de la coacción, el secuestro y la muerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo más probable es que Batasuna sólo persiga participar en las próximas municipales con una simple tregua trampa de ETA.

Anónimo dijo...

El acabamiento de ETA no puede permitir el olvido de sus crímenes ni que sus crímenes tengan peso político en la negociación. Rendición y perdón es lo que cabe esperar de ETA.

Anónimo dijo...

Habrá precio político, y si no, al tiempo.

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