Melibea del Huerto
En la etapa más dura de la conquista y ocupación de Irak por parte de la coalición anglo-norteamericana, dispuso Bush que su pro cónsul allí fuera Paul Bremer, según pertinente definición de don Carlos Carnicero. Pues bien, el tal Bremer, siguiendo el ejemplo de otros altos cargos de la Administración USA, acaba de presentar a la luz pública un libro acerca de su experiencia imperialista. En el mismo no hay ninguna referencia probablemente a la carnicería televisada de Faluya o a las torturas en la prisión de Abub Grahib. Tampoco se aludirá a la operación rapiña llevada a cabo por o con el consentimiento de los invasores sobre el rico patrimonio histórico y cultural de Irak, y de cuyas dimensiones acaso nunca tengamos cálculo mensurable. Sí habla Bremer de la inhibición de los soldados españoles a entrar en combate. Si con tal afirmación ha pretendido denigrar el ánimo castrense de nuestro Ejército, mister Bremer debería saber que ese Ejército salió de España en contra la voluntad mayoritaria de la ciudadanía y por eso los españoles celebramos esa denuncia suya de inhibición armada en tierra de codiciosa y arbitraria conquista como el mayor honor.(Artículo de C. Carnicero).
2 comentarios:
Los soldados españoles están para defender la Constitución Española; si se han negado a participar en crímenes y otros actos ilegales, no han hecho otra cosa que cumplir con su deber.
Le voy a mandar el libro de Bremer a Aznar a ver si le gusta.
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