lunes, 16 de enero de 2006

Breviario:
La infanta Leonor sin los brazos de su abuela

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Melibea del Huerto

Doña Letizia Ortiz de Borbón, puesta a soportar inconveniencias de parte de sus próximos más reales, excusado su marido el heredero de la corona, no tuvo ningún empacho en mantener en sus brazos y en exclusiva, durante la ceremonia del bautizo de la infanta Leonor, a su bien amada hija de seis kilos de peso. La circunstancia no fue pasada por alto por algunos medios, que reprochan incluso a la Princesa de Asturias el no haber tenido la delicada deferencia de poner a la tierna heredera del heredero durante unos minutos en el regazo de su abuela. A doña Sofía, tan a tono como siempre en su bien sabido papel de reina madre, le hubiera complacido en extremo esa posibilidad. Quienes hayan tenido oportunidad de asistir a la ceremonia a través de televisión, habrán observado lo solícita de atenciones que se mostró la abuela con la criatura sin que doña Letizia amagase en ningún momento lo que algunos de su ex colegas le echan hoy en cara. Don Felipe les ha dicho a los gacetilleros, a modo de humorada justificación por tanto apego a su descendiente, que su esposa hace pesas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé por qué se empeña usted, doña Melibea, en que las relaciones de doña Leti con su suega y suegro no marchan, me parece que también lo extiende usted a sus cuñadas, parece como si en lugar de una nuera se hubiera insertado en la real familia una conspiradora republicana al estilo de aquel infante del XIX sobrino de Fernando VII. Mire que si llegamos a tener República gracias a una agraciada e inquieta periodista asturiana a la que muchos no acabamos de ver en papel exclusivo de esposa y madre. Lo primero que puede hacer doña Leti a ese respecto es parir por segunda vez antes de que las instituciones cambien la constitución machista. Podría rmarla al viejo estilo decimonónico en una lucha por la sucesión entre la hembra heredera por primogenitura y el varón heredero porque la desfasada delu constitucional así lo quiere hasta ahora. Y no digo más, que estoy recreando esa política-ficción y podría husmearla cualquier conspirador de don Pedro J. Ramírez. Que vaya bien.

Anónimo dijo...

Instaurar la República desde la misma institución sería estupendo: un harakiri pacífico y por amor. Todos felices: podrían vivir entre Madrid, Mallorca, Tenerife, Baqueira y Suiza, complementando sus ingresos con los de las revistas y programas televisivos del corazón y presidiendo algunas sociedades recreativas, culturales o benéficas.
Creo que la Familia lo aceptaría gratamente y los españoles también.
Doña Leticia, nuestra esperanza.

Anónimo dijo...

Ella es madre y catolica pues el sacramento lo recibe su bebe como cualquier cristiana de esta tierra.
Yo me hubiese preocupado mas de rogar porque al realizarse este don de gracia se expanda por todos los recièn nacidos para que sus padre y madres opten por el catolicismo y querer que sus retoños sean por adopciòn hjitos de Dios .
Ah aca no lo mencionas mujer que de nada vale el agua haya sido traida desde el Jordàn y otros menesteres porque bien sabemos que ante Jesus todos somos hermanos en la fe sin discriminacion social aun haya sido bautizada por el mismisìmo representante de Pedro en la tierra

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