sábado, 10 de diciembre de 2005

Ucrania: noticia amarga de la revolución naranja

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Lazarillo

Fue muy celebrada por los medios occidentales el año pasado la llamada revolución naranja en Ucrania. La segunda vuelta de los comicios presidenciales dio como ganador oficial a Viktor Yanukovich, el candidato preferido por Rusia. El resultado fue denunciado por fraude por miles ciudadanos que durante 18 días exigieron pacíficamente y envueltos en el color naranja distintivo de la oposición respeto por sus votos. Los esfuerzos diplomáticos comportaron finalmente la repetición de la segunda vuelta, según exigía el líder de la oposición, Viktor Yushchenko, hoy presidente del país.

Entre la imagen de entusiasmo callejero que ilustra este comentario y la realidad actual de la nación que fuera una de las repúblicas más ricas de la extinta Unión Soviética, quizá vengan a cuento unos pocos y reveladores datos, entresacados de una breve conversación con una emigrante ucraniana, trabajadora desde hace un par de años en España.

La mujer, de no más de cuarenta años, añoraba con todas sus carencias el viejo régimen comunista. Entonces sus padres, residentes en Kiev, cobraban una pensión equivalente a 320 euros y el gasto de comunidad de su vivienda no pasaba de 12. Hoy su pensión se reduce a 25 y pagan de comunidad 180.

Mientras me insistía en el valor absoluto que había cobrado el dinero en la degradación de las relaciones humanas, hasta el punto de anular el de la educación entre los adolescentes –privados ahora de estudios porque las familias no disponen de capacidad adquisitiva para los mismos-, no dejaba de repetir una misma expresión: más peor.

-El nuestro es un país que lo ha vendido todo y que tiene a los jóvenes vacíos y ociosos en las calles. ¿Qué se puede esperar más peor que eso?

Al despedirme de ella tuve la sensación de haber escuchado una verdad íntima y desesperada, tan personal de sinceridad y certidumbre que nunca será noticia en los periódicos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca es deseable un régimen sin libertad como el soviético. La nueva época de Ucrania acaba de nacer y es lógico que las condiciones sean duras al principio, pero los ucranianos siempre van a tener ahora la posibilidad de elegir a quienes les gobiernen, algo que no sucedía antes.

Anónimo dijo...

antes también se elegía solo q los procedimientos eran diferentes.y frente a los procedimientos de uso en occidente q nos garantiza q estemos eligiendo la opción mas conveniente a nuestros intereses? solo dos opciones son capaces de abarcar el abanico de las posibilidades? ni el régimen soviético está exento de libertades ni el régimen "occidental" es garantía de democracia.

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