miércoles, 21 de diciembre de 2005

La señora Rice no felicita a Morales

Image Hosted by ImageShack.us

Félix Población

En lugar de la diplomática felicitación propia de estos casos, la secretaria de Estado del señor Bush, doña Condoleezza Rice, se ha limitado a ejercer expresamente su papel de gran comisaria del Imperio respecto al reciente triunfo democrático de Evo Morales en Bolivia: Haremos lo que hacemos con cada nuevo gobierno o presidente electo. Examinaremos el comportamiento del Ejecutivo boliviano para determinar el curso de las relaciones.

Es evidente que al gran vecino del norte no le ha gustado la rotunda victoria de un partido que se expresa bien a las claras con su nombre, Movimiento al Socialismo. Mucho menos si ese triunfo viene a unirse a los que la izquierda ha cosechado en los últimos tiempos en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. Las posibilidades, además, de que la cosa no quede ahí se dejan sentir asimismo en Nicaragua, Ecuador y Perú. Toda Iberoamérica vive un proceso de cambio cuyo dinamismo presagia hondas transformaciones.

El camino a seguir por los nuevos gobiernos no ha de apetecer revoluciones radicales ni alardes demagógicos para satisfacer a las corrientes más extremas de los partidos que acaso más por estrategia que por convicción los apoyan. El buen tiento en verificar las reformas más urgentes y necesarias ha de primar sobre cualquier otra tentativa que sobrepase las expectativas de una izquierda en la que la coherencia se conjugue con la moderación.

Iberoamérica debe proyectar en este proceso histórico y global que parece haber iniciado dos puntos clave para su porvenir: la consolidación de la democracia y el desarrollo paulatino de una izquierda renovada capaz de generar un creciente e imparable impulso de transformaciones sociales, largo tiempo marginadas por los regímenes precedentes.

Ante ese derrotero en ciernes que tantas expectativas está creando en amplios sectores de una población sumida en el atraso y la miseria, a la Unión Europea no le corresponde la vigilancia de conducta de los nuevos gobiernos, tal como ha anunciado doña Condoleezza al referirse al del señor Morales, sino una eficiente política de cooperación que se solidarice con los insoslayables objetivos de justicia equitativa y progreso social que sin duda los animan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucha suerte al pueblo boliviano para que su voz encuentre respuesta en unas mejores condiciones de vida.

Publicar un comentario