Breviario:Ni libertad de expresión ni nada, los berridos son berridos

Celestina Tenerías

Se lo ha dicho don Emilio Lledó, mi admirador filósofo y analista del lenguaje, a don Juan Cruz en breve e intensa charla de reciente publicación en El País. Además de proponer un nuevo concepto aplicable a la utilización del terrorismo como arma política, aterrorismar, don Emilio no sólo se pregunta qué haríamos nosotros si viviéramos en Faluya -para tratar de comprender a quienes por desesperación actúan desde la irracionalidad-, sino que sostiene que la libertad de expresión se puede convertir en un sofisma por quienes agreden la función de la libertad de expresión. El señor Lledó cree en la libertad de diálogo, no en la libertad de insultar. A la libertad de expresión la precede la libertad de pensar. La libertad de expresión como manifestación de berridos viscerales no es ni libertad de expresión ni nada. Son berridos. Pues eso, que lo maduren quienes se empecinan en la defensa del berrido creyéndolo expresión del pensamiento, acaso por seducción visceral.