miércoles, 14 de diciembre de 2005
Breviario:
La pena de muerte es más venganza que pena
Celestina Tenerías
El gobernador de California Schwarzenegger, el héroe bruto y noble del celuloide que gracias a sus físicas mercedes animadas obtuvo el voto mayoritario de la ciudadanía, no tuvo misericordia. A pesar de sus 26 años de arrepentimiento y modélica y militante contribución personal en contra de la violencia, el ex pandillero Stanley Torkie Wiliams pasó de ser candidato al Nobel de la Paz a nueva víctima de la pena de muerte. Como él, 3500 presos aguardan ese mismo y presumible fin en los 38 estados de USA que mantienen esa venganza institucional en sus leyes. La sufren sobre todo los pobres y los negros, según confirman las estadísticas y evitan los grandes abogados de que no disponen. Más de un centenar de reclusos escaparon de ella porque encontraron a tiempo las pruebas de su inocencia. La mitad de los países del mundo ha eliminado ese estigma de lesa humanidad de su legislación penal. De nada vale que un régimen político proclame altruistas ideales, ya sean los de la democracia o el socialismo, si sus representantes utilizan su firma para matar. Ya sea en los Estados Unidos o en Cuba.
PS.-Abunda en la cuestión don Ricardo Royo en su inquisitiva bitácora.
2 comentarios:
Siempre ha sido un error la pena de muerte. Y cuando es EE.UU uno de los países que más la practica, un país que se cree libertador de la humanidad, la vergüenza no puede ser más grande. Pero supongo que hay que partir de la base que Bush, no tiene vergüenza. Corazón, tampoco tiene. Y sí. La pena de muerte es más venganza que pena. La venganza es una de las cosas más negativas que existen. Pero no te preocupes. A todo cerdo le llega su San Martín. Pinochet ya no duerme tan tranquilo como antes. Bush duerme tranquilo ahora. Pero en la vida, gracias a Dios, todo, absolutamente todo se da vuelta. Y el mal que dejas en este mundo, siempre se vuelve en contra del que contribuye con el mal. Gracias por visitarme
Ser capaz de quitar la vida a alguien, es algo que no deseo a nadie.
Aunque no lo veas.
Yo no lo haré
Jordi
Publicar un comentario