jueves, 6 de octubre de 2005

Sobre el federalismo

Image Hosted by ImageShack.us

Lazarillo

El catastrofismo desmadrado que ha levantado un proyecto de ley como el nuevo Estatut de Cataluña viene a ser una continuación del que ya se aventó, pero menos, con motivo del Plan del Lehendakari, no se sí el avisado lector recordará. Aquello le valió al PNV del fibroso Ibarreche un recorte de votos en las elecciones autonómicas. Esto de Cataluña a lo mejor, con los retoques de rigor a cargo del Parlamento de España, puede que también ponga las cosas en su sitio.

Decía mi dilecto Ladis de Arriba, columnista de La Nueva España al que siempre recurro por su frescura de criterio cuando rola a marejada apocalíptica el verbo febril de algunos opinadores, que el federalismo como teórica opción de futuro no es nada satánico, desmembrador y belicoso. Muy al contrario, naciones como los Estados Unidos de Norteamérica, Alemania, Canadá, Austria, Bélgica o Suiza tienen a gala esa legítima alternativa descentralizadora por la que tanto abogó nuestro don Francisco Pí y Margall, de muy honrosa memoria.

Ni los estados en USA andan a la gresca, ni conocen esas intestinas pugnas las provincias canadienses, los Länder alemanes ni los cantones suizos, afirmaba en su artículo don Ladislao. Antes bien, las naciones citadas, llámense nación de naciones o nación de Länder -que en esas sutilezas conceptuales no parecen reparar por allí-, están muy a la cabeza de la sociedad de bienestar, conscientes de que por encima de la pluralidad de sus administraciones está la fortaleza y cohesión de sus Estados con mayúscula de historia común y cultura o culturas compartidas.

Le faltó comentar a mi apreciado y curtido colega que allá donde esa civilidad se practica con la naturalidad del sentido común, carecen de energúmenos con mentalidad trabucaire, recelosos de un porvenir mejorable en convivencia y solidaridad, cuya estirpe ideológica bien podría entroncar con la que hizo purgar a España todo un siglo XIX de enfrentamientos civiles, prolongado hasta bien entrado el XX con una aciaga guerra a muerte contra la libertad y el progreso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso y que viva el Cantón de Cartagena, menudo ejemplo.

Anónimo dijo...

Estaría bueno que después de tanto Estados de las Autonomías acabáramos en en un Estado Federal y además republicano. Me apunto.

Anónimo dijo...

Entre los expertos en Derecho Constitucional que aistirán al gobierno creo que hay un federalista, luego todo se andará con el federalismo, y remontarse al XIX como reproche es una sandez.

Publicar un comentario