martes, 4 de octubre de 2005

Breviario:
Etarras libres, etarras detenidos

Lazarillo

Hace unos cuantos días hemos podido asistir a través de los telediarios a la liberación de una reconocida etarra de la cárcel de Topas, Salamanca, de cuyo nombre no quiero acordarme, culpable entra otras de la muerte de un niño en Pamplona, cuya edad ahora rondaría la treintena. Dicha señora, gudari de la causa vasca, cuyo destino futuro desconozco cuando se reinserte en la sociedad de su país, redujo pena gracias al estudio y al aerobic, disciplinas que según las normas del viejo código aplicado a la reclusa, hoy ya no vigente, le han permitido compartir mucho antes la libertad de las calles con los padres y familiares de una de sus más inocentes víctimas. Supongo que a éstos se les instará a ser comprensivos, mientras a la ex etarra puede incluso que se le dispense algún honor o merced. Digo esto porque acaban de ser detenidos en Francia tres importantes capos de ETA y, como siempre que esto ocurre, vuelve a alentar más cerca que nunca la posibilidad de su fin. Puede que la sociedad española esté dispuesta al diálogo con tal de que ese final se produzca. Lo que no gustaría, en todo caso, es que quienes mataron puedan convivir con quienes han padecido la muerte de los suyos sin que se les exija a los primeros, en tanto que culpables y como mínima delicadeza, una pública y expresa declaración de arrepentimiento y de perdón.

Última Noticia.-
El aparato internacional es uno de los once que, según la Guardia Civil, componen ahora mismo el organigrama de ETA. Al frente de todos ellos se encuentra José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, que huyó de la Justicia siendo todavía parlamentario vasco de Batasuna y sobre el que pesa la orden de búsqueda y captura internacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quienes han matado deben cumplir íntegramente sus condenas, al margen de lo que se negocie con ETA si se llega a negociar. El arrepentimiento y el el perdón se da por supuesto, claro.

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