Celestina Tenerías
Nada hay tan etéreo como un sutil blog. La Casa Blanca es consciente de su capacidad de difusión, sobre todo si procede del frente iraquí, allí donde los soldados norteamericanos se descuidan a veces con fotografías e informaciones inconvenientes. Por eso ahora se ha impuesto la censura sobre las bitácoras personales de la milicia, según recoge Foreign Policy, no vaya a ser que la semilla de la discordia, llámese hartazgo bélico, depresión por ausencia o repentina concienciación pacifista propague por la Red lo que mejor está prudentemente amordazado. Para ello será imprescindible que cada mando autorice con el oportuno visto bueno la correspondencia digital. Esto es, la intimidad del recluta quedará a expensas del ojeo con graduación, al cual le corresponderá interpretar los mensajes cuando éstos, por fastidiar, abusen de la metáfora o el simbolismo expresivo. Esta modesta glosadora no puede por menos de colegir, ante tamaña desconsideración a la libertad personal de quienes defienden la libertad duradera en territorios de conquista, que muy mal ha de andar el estado de ánimo en la tropa desplazada para que eso ocurra. Lo que una no puede entender es cómo se las arreglará la superioridad para amordazar al aire.
1 comentario:
Que cada cual recuerde su mili y no se extrañe de lo que es un soldado.
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