El sábado comentaba mi estimado Antonio Elorza en El País la fiebre cainita de una caterva de libelistas empeñados en falsear la Historia del 36, de la que hacen culpable a un régimen democrático, la segunda República, al tiempo que justifican el golpismo incivil de Franco y sus posteriores lustros de cruel represión. Pues bien, así como panfletos de esa laya abonan de indocumentación e insidia las editoriales, no faltan entre los señores obispos y azobispos personajes como el de Pamplona empeñados en apelar al 36 como viciosa y mendaz remembranza equiparable a la presión que actualmente sufre la católica iglesia bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero. Dice monseñor Sebastián que su institución vive bajo la opresión de una ofensiva laicista y que no se puede permitir la reproducción de posturas radicales y exclusivistas que predicaban la incompatibilidad entre derechas e izquierdas, entre creyentes y no creyentes , y nos llevaron al desastre de la guerra civil. Añade que los católicos queremos ser un fermento de convivencia, servidores de la paz y de la unidad. Pues sí, este mismo señor es uno de los responsables de que Federico el de la Cope expanda a diario por las ondas pertinaces y evangélicos fermentos de convivencia.
2 comentarios:
Como el de Pamplona son casi todos. Representan a una jerarquía que no representa a la iglesia de la concordia y fraternidad, cada vez más distante de estos señores y sus dogmas.
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