viernes, 16 de septiembre de 2005

Benedicto XVI y el ministerio de los exorcistas

Félix Población

El esclarecido teólogo Ratzinger, sumo pontífice de la iglesia de Roma, acaba de reunirse con los exorcistas de Italia para resaltar su importante ministerio. Era ésta una convocatoria imprescindible y de suma urgencia para las necesidades de la fe, por lo que se imponía el congreso de la especialidad que estos días se celebrará en la capital italiana. La noticia de Europa Press no indica el número de participantes, por lo que se ignora lo nutrido del gremio en aquella querida y admirada nación.

Como el asunto debe apasionar a quienes lo siguen por vocación y devoción, al congreso seguirá un curso, para mediados de octubre, en el que teólogos y sacerdotes debatirán a destajo los sutiles enredijos sobre exorcismo y satanismo, con las profundas aportaciones al respecto de sesudos ponentes muy cualificados para tan cruciales claves en el desarrollo de nuestra sociedad actual.

Leo, por otro lado, que en los suburbios de la ciudad de Guatemala proliferan los jóvenes endemoniados. No es que estos mozalbetes alojen en el seno de su alma a Satán redivivo, ni que su boca articule sacrílegas y diabólicas imprecaciones. Sencillamente se aglutinan en pandillas, reconocidas en el país como maras, que se dedican a la delincuencia y el pillaje tras haber sido criados en la orfandad de todo vínculo afectivo, social y educacional.

El sacerdote jesuita Maqueira, después de emprender proyectos similares en El Salvador y Honduras, gestiona en Guatemala un colegio y un taller en los que estudian y trabajan 145 jóvenes desenganchados de la violencia y el desarraigo. Los alumnos se incorporan en la adolescencia y distribuyen las jornadas de mañana y tarde entre el centro educativo y el taller de confección. Todo un lujo en un país en el que sólo un 1 por ciento de los escolares que comienzan la enseñanza primaria llegan a la Universidad y el 60 por ciento la abandona antes de concluirla.

Una asociación asturiana, Seronda, financia esta iniciativa y según el jesuita gallego ni uno sólo de los muchachos que ha ingresado en el centro ha regresado a las maras de las que procedía, un infierno de violencia en que el 50 por ciento de las chicas son violadas antes de los 16 años.

Ante exorcistas como el padre Maqueira todos los demás, por mucho que diga el Papa acerca de su importante ministerio, se nos antojan irreverentes con el ministerio de Cristo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nos hace falta leer palabras como las del último párrafo, pero eso sigue siendo una insólita osadía pese a ser una gran verdad.

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