Félix Población
Desconozco el resultado que daría una encuesta rigurosa entre los 150.000 votantes de Batasuna si se les consultara, al día de hoy, la alternativa a seguir sobre el terrorismo de ETA. Es algo que probablemente se dilucidará en el proceso asambleario a desarrollar en el ilegalizado partido abertzale en las próximas semanas. Si ese proceso es necesario, todo parece indicar que hay al menos en Batasuna diferencia de pareceres, con tendencia mayoritaria acaso al rechazo de la vía violenta.
A favor de esta hipótesis juega el fructífero acoso a que ha sido sometido la organización terrorista en los últimos años, sus 27 meses de insólito plazo sin asesinatos, la buena voluntad de los gobiernos central y vasco para favorecer un proceso de paz y la próxima convocatoria de elecciones municipales en 2007.
Si Batasuna quiere dar voz efectiva en las instituciones a esos 150.000 votos ahora postergados por la ilegalización del partido, no le queda más remedio que comprometerse con un rechazo expreso del terrorismo etarra. Sin esa condición, o logrando que ETA deje las armas, no será posible su retorno a la legalidad. Tampoco, como ha dicho ayer el buen ministro don José Antonio Alonso, ninguna otra negociación, incluida la que el gobierno de Madrid está dispuesto a tratar respecto a los 800 presos de la organización armada.
A don Arnaldo Otegui y compaña les corresponde en esta delicada coyuntura decidir una trayectoria decisiva para el porvenir de su partido. En sus manos está seguir al margen de un proceso político civilizado, empecinándose en una alternativa que acaso ya no cuente ni con el respaldo de buena parte de sus militantes, o insertarse en el futuro del País Vasco como opción ideológica democrática capaz de dialogar en paz por la defensa de sus postulados.
Dicen quienes están cerca de Batasuna que el nerviosismo se deja notar estos días en sus filas ante el inicio de un proceso asambleario tan decisivo. No es para menos. Si se ha llegado al mismo es porque desde Madrid, con una política antiterrorista eficiente, también se le han presentado al partido ilegalizado una demanda concreta para que salga de un aislamiento cuya prosecución podría dejarle en off side definitivo.
5 comentarios:
Aunque fuese mayoría la militancia a favor de condenar el terrorismo, dudo que Batasuna lo asumiera si ETA se empeña en lo contrario. No hay razones frente al poder de las armas.
Aunque hubiese una mayoría a favor de abandonar la lucha armada, no van a condenar el terrorismo. La izquierda abertzale es una piña y no critican las acciones de su brazo armado. De algún modo ETA tiene autonomía para continuar la lucha armada como quiera y cuando quiera, sin recibir críticas.
Hay una cosa muy clara entre la clase política, sea cual sea el partido que represente: la poltrona. Es muy distinto pensar que se puede perder por empeñarse en una lucha armada sin ningún futuro y con todo en contra que, de cara a las próximas municipales, se puede asegurar con un buen número de votantes aún dispuestos. Si Batasuna pierde esta oportunidad, desaparecerá de la política, y eso a ETA tampoco le interesa.
La política no se hace sólo en el parlamento y en la televisión. La izquierda abertzale hace política en la calle. Tienen unas bases nutridas y muy activas.
Coincido en lo de activas, pero lo que hacen en las calles no me parece política.
Publicar un comentario