sábado, 25 de junio de 2005

Poemas a varias voces: Aquella playa del Atlántico

Lazarillo

Este discreto Lazarillo, apremiado por su nunca del todo abandonada vocación de poeta, tuvo hace semanas la debilidad de incluir unos versos de su no muy feraz producción. Obedecían a los sentimientos de la amistad y la utopia, y quizá por eso, por la consideración que le merecen, el poema obtuvo en sus palabras una cierta repercusión entre la reducida -aunque fiel- parroquia de lectores de esta Bitácora. A las versiones en varios idiomas hasta ahora expuestas en Diario del Aire, añado hoy una de tan notable mérito como las anteriores, con el valor añadido -en estas circunstancias conflictivas entre oriente y occidente- de que ésta es una traducción al árabe. Llevado del ánimo que mueve el contenido de esta sección, inserto la versión del profesor Miguel A. Manzano, adscrito a la cátedra de Árabe de la Universidad de Salamanca, consciente de que para erradicar los vientos de violencia que soplan sobre nuestras un día comunes culturas, la cristiana, la judía y la musulmana, hay que seguir el criterio de Ben Arabi: No te apegues excesivamente a ninguna religión, de modo que dejes de creer en otras, porque Dios no está encerrado en ningún Credo. O de Ibrahim al-Balji, quien sostiene como máxima de entendimiento la del abrazo: Hay que abrir los brazos a todos, pues cada uno es toda la humanidad.

Nota: El poema original se puede encontrar en el artículo Poemas a varias voces y un concordado sentir de 5 de junio de 2005.

Aquella playa del Atlántico

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La segunda cita me parece clave. Tomo nota.

Anónimo dijo...

A mí también me parece muy buena. La voy a tener a flor de boca. De veras.

Anónimo dijo...

Es muy reconfortante encontrar la escritura árabe en un blog con tan buen mensaje como el que acompaña al texto. Gracias por ese mundo posible.

Anónimo dijo...

También yo lo siento así, capitán.

Publicar un comentario