Celestina Tenerías
Hace diez días, con motivo de la correspondiente jornada de liga celebrada en el estadio Bernabeu de Madrid, se desplegó una pancarta xenófoba en protesta por el asesinato de un joven en Villaverde. También se gritaron repetidamente, entre una nutrida parroquia, consignas del mismo jaez y con marcado carácter racista. Para colmo, al final del encuentro, el futbolista del Real Roberto Carlos, obedeciendo a quién sabe qué extrañas motivaciones, entregó su camiseta sudada a un reconocido cabecilla de los ultras. De todo cuanto allí sucedió como indigna exhibición de miserables actitudes no hubo ninguna trascendencia sancionable para el histórico y prestigioso club, tan obligado -aunque sólo sea por marca comercial- a guardar al menos las apariencias del civismo.
Lo mismo ocurrirá con quien aseguran es un excelente jugador, el camerunés Samuel Eto'o, lesionado desde el domingo de personal decencia. Sus ofensivas expresiones, propaladas a voz en grito para celebrar la victoria del Barcelona en la actual edición liguera, ponen en entredicho su dignidad de ciudadano. Incluso en el más despendolado de los grados de euforia (en el supuesto de que ésta no la dieran los millones), no se puede ser más burdo ni más irresponsable. Sobre todo porque estos privilegiados señores del balón ocupan en nuestra vacía sociedad una representación mediática muy por encima de la que merecen. Si son objeto de panegírico y popular encomio, han de atenerse a no desmerecer en su comportamiento público.
Y cuando no lo hagan, como Eto'o con su slogan impertinente y vejatorio (Madrid, cabrón, saluda al campeón), debería ser la entidad bajo cuya disciplina se encuentran quien se lo hiciera pagar de alguna forma. Las fobias que se cuecen entre las masas nunca son gratuitas. Máxime cuando pueden contribuir a enconar aún más rivalidades y antagonismos muy sensibles que pueden alejarnos de la pacífica y necesaria convivencia.
3 comentarios:
Me acabo de enterar de que Etoo ha pedido disculpas por su comportamiento. Eso deja mejor al Barça que al Madrid, que después del pollo racista del Bernabeu del otro día no hizo nada. Me parece que hay más caballerosidad en Barcelona que en Madrid.
No es lo mismo que sea el público el que ofende que sea un jugador. Más grave me parece lo de Eto´o que lo de Madrid, aunque en ambos casos sea vergonzoso. Al jugador del Barcelona lo debía sancionar su club, por muchas disculpas que haya dado, y al Real Madrid la Federación de Fútbol. Y si se vuelve a repetir, que cierren el Bernabeu.
Lo malo de esto es la que se va a montar en el Bernabeu cuando venga el Barcelona. Seguro que los periódicos lo recuerdan para esa jornada. Y habrá más leña de la que Etoo ha puesto en el fuego. La sanción debe ser por eso muy dura.
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