jueves, 17 de agosto de 2017

EL ENTRAÑABLE ENCAJAMIENTO DE LOS GATOS


Lazarillo

Que yo sepa, y este Lazarillo tiene revisadas unos cuantos de esos comercios especializados en surtir a nuestras mascotas más domésticas de cuanto se les pueda proveer para su cotidiano disfrute en nuestra compañía, no he encontrado en esos establecimientos algo que les priva a los gatos y que sale tan barato como adquirir una zapatillas de casa. Me estoy refiriendo a las cajas de cartón, a ser posible con el número de pie lo suficientemente grande como para que Sirio -en este caso todavía en fase de crecimiento- haga de su receptáculo un entrañable acomodo, según se puede comprobar. Les puedo asegurar que si el felino ha llegado a ese punto de relajamiento ha sido después de pasárselo en grande con la caja, desde el mismo momento en que se la pusimos a su disposición, bien sea escondido bajo la tapa, entrando y saliendo una y otra vez a la búsqueda de distintos acomodos, mordisqueando el cartón o viendo asomar los movimientos de su rabo. Lo probable es que la caja le venga demasiado pequeña en unos días, pues pasados los tres o cuatro primeros es ostensible el deterioro de sus paredes, pero les puedo asegurar que el entusiamo de Sirio por hallar en la misma ese entrañable encajamiento que observan, sigue siendo el mismo, tanto como el nuestro al ir encajándose entrañablemente su presencia en nuestros días, gracias a su múltiples gracias y al cálido acogimiento que busca en nuestros brazos.

DdA, XIV/3613

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