Félix Población
Escribo estas líneas nada más presenciar el vídeo que recoge una parte del debate sostenido en La sexta noche (La Sexta TV) correspondiente al día de ayer en torno a la política educativa del Gobierno y su ministro Wert. No suelo visionar ese programa en directo, por parecerme un formato que prima el espectáculo sobre el debate propiamente dicho, estimulando más lo primero a gritos que la discusión de ideas a fondo. Con todo, visto lo que refleja el vídeo, no he podido evitar una repetina indignación, tanto como profesional de la información como espectador, por parecerme de todo punto impresentable, por parte del moderador y presentador de ese programa, que durante las intervenciones del profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense, Pablo Iglesias Turrión, éste no haya podido en ningún momento dar por acabada ni una sola de sus exposiciones.
Siempre con datos contrastables y argumentos magníficamente hilvanados, que merecerían solo por eso llegar a la escucha del televidente con claridad, el señor Iglesias fue continuamente interrumpido por dos de sus oponentes dialécticos, que de manera permanente se alternaban en hacer explícita no solo su falta de educación, sino sus falacias y pobreza de razonamientos ante el bien articulado discurso del profesor Iglesias. Al contrario que quienes con esa actitud se retratan a sí mismos como escasa o nada proclives al diálogo que requiere un espacio de esas características y deberían estar por ello descalificados para participar, Pablo Iglesias Turrión tiene bien ganado crédito de respetar modélicamente los turno de palabra. Coincido con él, además, en que quien interviene en este tipo de programas de opinión plural manejando datos falsos o no aportando ninguno para dar o rebatir opiniones, observa una actitud impresentable, la misma que mantuvo el inmaduro moderador del programa La sexta noche ayer al no evitar lo que queda suficientemente reflejado en el vídeo que sirve de motivo a este comentario.
Siempre con datos contrastables y argumentos magníficamente hilvanados, que merecerían solo por eso llegar a la escucha del televidente con claridad, el señor Iglesias fue continuamente interrumpido por dos de sus oponentes dialécticos, que de manera permanente se alternaban en hacer explícita no solo su falta de educación, sino sus falacias y pobreza de razonamientos ante el bien articulado discurso del profesor Iglesias. Al contrario que quienes con esa actitud se retratan a sí mismos como escasa o nada proclives al diálogo que requiere un espacio de esas características y deberían estar por ello descalificados para participar, Pablo Iglesias Turrión tiene bien ganado crédito de respetar modélicamente los turno de palabra. Coincido con él, además, en que quien interviene en este tipo de programas de opinión plural manejando datos falsos o no aportando ninguno para dar o rebatir opiniones, observa una actitud impresentable, la misma que mantuvo el inmaduro moderador del programa La sexta noche ayer al no evitar lo que queda suficientemente reflejado en el vídeo que sirve de motivo a este comentario.
DdA, X/2.422
11 comentarios:
Dos no dejena de interrumpirle, otro le llama tipejo y Marhuenda.. ¿qué pinta este tío en los debates? ¿Se le trae como provocador?
LO peor es ese programa, un poco peor incluso que el de Tele 5 (los dos se copias y hasta llevan a los mismos intervinientes por turnos) es que con educación no obtendría los resultados de audiencia y publicidad que tienen, porque este es un país de sal gorda, folklore barato y amarillismo cutre. Valen más los que gritan que los que piensan y los que debaten son en esos programas siempre los mismos, fichados más por ewl espectáculo barato que dan que por las opiniones que esgrimen. Gracias por tu punto de vista.
Observo que no citas a los maleducados. Bien hecho. Su permanencia en La sexta noche acorta mentalmente el alcance del debate.
¡Que asquito de facherío! Siempre intentando tapar la boca a los demás. Además con argumentos que son puro excremento. Cuando no los hay actúan como los vemos.
Fijaos en la cara de los facinerosos. Se les nota el nerviosismo ante los datos a la legua.....
No sé si yendo a esas programas Iglesias se presta también a ser espectáculo, pero al menos sabe lo que dice.
Como se retrata la derecha... así vamos con estos parásitos
Yo creo que con asuntos tan programados para crear el escaparate de las opiniones, la mejor decisión es no acudir, sobre todo cuando sabes como va el sistema, entiendo a Pablo y su buena intención de corregir un debate para memos en un intento de verdadero dialogo, sobre todo con personas estrellatos de la opinión al servicio del marketing periodístico que por la mañana se desnudan en la cope con losantos y al mediodía se hipocritizan en al Rojo vivo y por la tarde después de un buen lechón asado y un vino de Rueda se desmelenan en la marimorena,-¡Me lo llevo crudo,tirándome pedos cerebrales!-
Pablo no vas a poder cambiar su prepotencia, que manifiestan en el desprecio a ese dialogo que tu exiges desdeñando tu capacidad tan solo por como vas vestido, les haces el juego por que unos son Dioses del plato por la mañana y muñeco del pim pam pum por la noche en la cadena contraria, es el sistema lo que hay que cambiar.
Harían exactamente lo mismo sin Pablo así que al menos los que vean el debate tendrán su punto de vista, y si tienen algo de cerebro sabrán con cual quedarse. Los que no tengan cerebro que escuchen los gritos...
Este mensaje es para Pablo Iglesias, gracias por devolver la esperanza de pensar que " podemos" cambiar las cosas... sigue así, los españoles necesitamos gente como usted. Gracias
Este mensaje es para Pablo Iglesias, gracias por devolver la esperanza de pensar que " podemos" cambiar las cosas... sigue así, los españoles necesitamos gente como usted. Gracias
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