sábado, 7 de noviembre de 2009

OREJUDO SOBRE REIG: "EN EL FONDO SOY UN FACHA"


Félix Población

Antonio Orejudo, columnista semanal del diario Público bajo la cabecera Ruido de fondo, fue con Carlos Frabetti y algún que otro colaborador más esporádico del periódico, uno de los que suscribieron un escrito de protesta por el cese de Rafael Reig en ese medio a partir del pasado 1 de noviembre (léase Puntos de página). Esperaba por esa razón el artículo de Orejudo correspondiente al sábado de la fecha con la expectativa de que ni el rotativo (por inteligencia) ni el escritor (por coherencia) me decepcionarían.

Que Público sigue siendo necesario -mientras no nos demuestre lo contrario-, a pesar del repentino chasco propinado a los lectores con el cese de Reig, lo constatan cada día Saco, Escolar, Rosa o Escudier, los artículos cada jueves de Vicenç Navarro o el de Juan Carlos Monedero ayer mismo hablándonos de los ocultamientos de la Transición (léase Breviario). Son de valorar asimismo otras cualidades periodísticas y presencias informativas que no apreciamos en los demás medios de difusión nacional.

En esa línea, el artículo de Antonio Orejudo hoy, En el fondo soy un facha, no me ha decepcionado. Antes bien me reconforta y congracia en cierta medida con lo que debe ser y mantener como seña de identidad Público, y es por lo que lo inserto en parte, a falta de lectura visible en el momento en que lo hago en la edición digital:

"La izquierda se diferencia de la derecha -dice Antonio- por su resistencia sistemática al poder. No es decir mucho, pero es un buen comienzo. Ser de izquierdas, más que un programa político, es una actitud de desconfianza hacia el que manda: pensar contra el Gobierno, sea cual sea su color; analizar críticamente su discurso, hacer asomar sus contradicciones; obligar en último extremo a que el poderoso ejerca su poder contra nosotros y quede manchado por ello. ¿Es posible ser al mismo tiempo poderoso y crítico con el poder? ¿Es posible ser banquero y rojo? ¿Es posible ser presidente del Gobierno y progresista? ¿Se puede ser dueño de un periódico de ámbito nacional y al mismo tiempo ser de izquierdas? Yo no sería capaz. Si fuera banquero o presidente sería conservador. Y si tuviera un periódico, querría tenerlo todo bajo control. Nada de columnistas impredecibles y tocahuevos, o demasido libres, capaces de quedarse en la calle antes que aceptar traslados que consideran improcedentes. Nunca contrataría, por ejemplo, a Rafael Reig".

9 comentarios:

Ledes dijo...

No se puede hacer un periódico de izquierdas en España desde una gestión capitalista. A lo sumo, un periódico socialdemócrata que rebase mínimamente la línea mucho menos que socialdemócrata del PSOE y del gobierno actual.

Anónimo dijo...

Pocos periódicos harían lo que hoy hizo Público. Habrá que darle por eso un poco más de crédito. Creo que Reig podía haber seguido dando caña desde la sección de cultura. ¿No sería que estaba un poco harto de su sección?

Anónimo dijo...

Es cuestión de coherencia. Por poner un ejemplo: Es como en la iglesia católica, no se puede ser cura y ateo, pederasta y cura a la vez, porque sino te situas fuera automáticamente de los postulados de esta misma, es vivir en y para la hipocresia, tan odiada por Jesucristo.
Pues lo mismo es la izquierda, no se puede estar en misa y repicando. Yo lo llamo la desubicación ideológica.

Anónimo dijo...

Deberían exponer sus opiniones los lectores del periódico y hasta ahora no he leído ninguna en toda la semana.

TT dijo...

Lo mismo que muchos tenemos que votar al PSOE para elegir entre lo malo y lo peor, mucho leemos Público porque es ahora mismo lo emnos malo entre los periódicos españoles para quienes votaríamos a otro partido más a la izquierda si la ley electoral fuese justa y equitativa en todas las provincias. Puede que haya más casos como los de Escolar, cesado como director hace un año, y Reig, pero entre Público y El país, por mucho que este periódico ofrezca más información que el primero, prefiero Público, hoy por hoy y mientra no quiera competir con El país en lo peor que tiene El País.

Anónimo dijo...

votar al menos malo es mediocreidad y eso es lo que está pasando en el país, prefiero abstenerme o votar en blanco, depende

Anónimo dijo...

Tenemos dos variables: unos corruptos y los otros menos corruptos, siempre habrá corruptos que corrompan a otros

Anónimo dijo...

votar al menosmalo es perpetuar el sistema para que nada cambie

Anónimo dijo...

Qué crítica es la izquierda consigo mismo, por eso está tan dividida, a ver en qué periódico se puede criticar directamente al gran patrón y publicar el artículo como hace hoy Público.

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