Lazarillo
El diario El País ha tenido el acierto de enviar a uno de sus mejores periodistas a cubrir los incendios que han arrasado decenas de miles de hectáreas en las provincias de Zamora y León. Al igual que lo hiciera en 2022 con el siniestro que quemó buena parte de la Sierra de la Culebra, volvemos a tener como cronista garantía a Juan Navarro, cuyo libro Los rescoldos de la Culebra me pareció excelente. Lo que en esas páginas se cuenta lo está volviendo a contar el autor ahora desde similar escenario, porque un servicio contra incendios todo el año es absurdo y un derroche, según el consejero Quiñones, que debería dejar de serlo por su ineptitud durante diez años. Ayer escuchamos la descripción de Navarro en un vídeo en el que nuevamente insiste en la falta de medios y personal para extinguir llamas por parte del operativo disponible del gobierno de la Junta de Castilla y León, como sucedió hace tres años. Los trabajadores se quejan de falta de avituallamiento, sus jornadas son de 17 o 18 horas con sólo cuatro para dormir, y alguna brigada como la de Villardeciervos, en Zamora (conjunto histórico artístico), se la tiene parada a las seis de la tarde y se la manda a casa a las diez por no encontrarle ocupación, mientras las llamas van quemando los pueblos porque no hay bomberos ni coordinación de personal (pocos y mal avenidos dice Juan Navarro) que traten de evitarlo. El cronista nos cuenta que estos brigadistas se negaron a ir a casa y se fueron a Puercas, en la Sierra de la Culebra, para seguir trabajando en sus horas de descanso.
AQUÍ EL VÍDEO: https://www.facebook.com/watch/?v=1262160948974744
DdA, XXI/6073
No hay comentarios:
Publicar un comentario