Lazarillo
Tal como señala Raúl Solís, el diario El País diagnostica en su editorial el final del experimento que el propio periódico, junto a otros medios de comunicación, contribuyó a forjar, porque de lo que se trataba entonces eran de colaborar al acabamiento o reducción al mínimo de una formación de izquierda no supeditada a la tutela del Partido Socialista. Esa formación se llamó en origen Podemos, después Unidos Podemos y más tarde Unidas Podemos, cuya mínima representación parlamentaria mantiene la coherencia ideológica y hasta llega a notar un pequeño incremento en la intención de voto en las encuestas. El Movimiento Sumar no puede aunar ya nada porque las dificultades de las que habla el editorial para hacerlo proceden de la desunión que Sumar provocó. Lo suyo fue restar hasta la que a no mucho tardar será su propia desaparición. Sumar para ser nada. O, como mucho y sólo para sus dirigentes, algo en el PSOE.
PS. Para presentarse a la secretaría general de Podemos, Ione Belarra ha necesitado 12.000 avales. Para la dirección de Sumar no han llegado a 500.
DdA, XXI/5.947
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