jueves, 4 de abril de 2013

HUGO CHÁVEZ Y LA MISIÓN MÚSICA: CULTURA POR LA PAZ Y POR LA VIDA


Félix Población

Las ventas de los 100 mayores fabricantes de armas del mundo aumentaron un 51 por ciento en la última década y en 2011 ascendieron a la astronómica cifra de 410.000 millones de dólares, según revela un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). El mismo día en que leo esta noticia, disfruto de la entrevista con el maestro José Antonio Abreu, creador del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles de Venezuela, a quien tuve el gusto de conocer hace algunos años con motivo del inolvidable concierto que la extraordinaria Orquesta Sinfónica Simón Bolívar ofreció en Valladolid

Desde entonces a hoy, El Sistema -como se le conoce en el país- no ha dejado de crecer, aglutinando ya a casi medio millón de niños y jóvenes músicos, a quienes se les ha impartido e imparte una formación gratuita -instrumentos incluidos- en las 34  sedes repartidas por las 24 provincias de Venezuela, gracias al sólido apoyo gubernamental con el que cuenta. En este sentido, Abreu recuerda en la entrevista que al poco de llegar a la presidencia de la nación Hugo Chávez,  el  primer mandatario les hizo una visita el 6 de enero de 1999 y prometió su ayuda a un proyecto cuyo origen arranca de 1975, cuando José Antonio Abreu lo puso en marcha con más atriles que alumnos, doce. Hace algo menos de seis años, el 24 de noviembre de 2007, el gobierno bolivariano fomentó desde El Sitema un ambicioso programa de formación bajo el epígrafe Misión Música, cuyo fin es llegar a lograr que un millón de niños venezolanos se integren en los coros y orquestas, erradicándolos al mismo tiempo del riesgo de la marginación y/o la delincuencia. 

Para Abreu, la formación artística, y especialmente la formación musical, no solo contribuye a una educación del intelecto, sino a la educación moral y al cultivo de la sensibilidad y el sentimiento como valores fundamentales para una cultura solidaria. El arte -afirma- es el esplendor del ser y exhalta su conciencia. Cree el maestro que El Sistema ya está inmerso en el tejido social de Venezuela y que su ejemplo está cundiendo en América Latina y el Caribe, donde se van desarrollando proyectos similares. Llama la atención al respecto la próxima gira que la Orquesta Sinfónica Simón Bolivar verificará por varios países iberamericanos (Brasil, Argentina, Colombia y Panamá), con la posibilidad de que en esta última nación germine el Sistema Centroamericano de Orquestas y Coros Juveniles, extensible luego a Guatemala. Cuatro orquestas y dos coros, incluyendo la Orquesta Sinfoníca Infantil Simón Bolívar, participarán asimismo en el próximo Festival de Salzburgo, uno de los más prestigiosos a nivel mundial, en el que intervendrán bajo la dirección de Simon Rattle. 

Aspira José Antonio Abreu a que su iniciativa, puesta en funcionamiento hace casi cuarenta años,  llegue un día a integrar a sistemas equivalentes en todo el planeta y se constituya un sistema mundial de coros y orquestas juveniles que sea el emblema más glorioso de la cultura por paz y por la vida. Lo peor es que, mientras el maestro sueña ese porvenir y trabaja denodadamente por hacerlo amplia e intensa realidad en Venezuela -ojalá llegue el país a funcionar algún día como sus orquestas, anhela el maestro-, las ventas en armamento que hacen posible la destrucción y la muerte no dejan de crecer, tal como se señalaba al principio.

+@Japón emulará el sistema de orquesta de Venezuela


MUCHA GENTE PEQUEÑA
EN LUGARES PEQUEÑOS
HACIENDO COSAS PEQUEÑAS,
PUEDE CAMBIAR EL 
MUNDO.
EDUARDO GALEANO.
MUCHA GENTE PEQUEÑA,
EN LUGARES PEQUEÑOS,
HACIENDO COSAS PEQUEÑAS,
PUEDE CAMBIAR EL
MUNDO.
Eduardo Galeano
DdA, IX/2349

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