jueves, 6 de marzo de 2008

LOS SOBRINOS DE ROUCO Y LA VIAGRA


Lazarillo
Ahora que la derecha pura y dura ha ganado las únicas elecciones en que sus posibilidades eran manifiestas, las de la presidencia de la Conferencia Episcopal, con el purpurado Rouco como máximo garante de las esencias tridentinas o similares, la canallesca se ha permitido airear en sus medios dos noticias que abonan el carisma de don Antonio y don Francisco Gil, arzobispos de Madrid y Burgos respectivamente, en lo que atañe a la defensa de la familia cristiana y a los mundanales negocios aquí en la tierra.

Con relación al primero, cuenta hoy en Público mi dilecto Luis Dial, con el que compartí tantos juveniles afanes en el oficio que propició nuestra vieja amistad, que dos son los sobrinos que describen la catadura del desabrido cardenal. El primero es varón, se llama don Alfonso Carrasco Rouco, y gracias a su tío, asiduo huésped del Vaticano, ha sido nombrado recientemente obispo de Lugo. Cierto que, como apostilla Luis, el reciente monseñor viene avalado por una brillante carrera en teología cursada en Alemania.

Doña Magdalena Rouco Hernández, sin embargo, sobrina de don Antonio, no debe a éste más que una declarada indiferencia o expresa desafección, a pesar de los valores cristianos que deberían primar en la propia familia como personal ejemplo del purpurado, tal como el mismo pregona sobre las muchedumbres en las masivas misas/mítines de campaña (30-D).
Asegura doña Magdalena, en una entrevista que publica la revista Interviú, que su tío no es buena persona. Para ilustrarlo, la señora Rouco Hernández cuenta que don Antonio no asistió al entierro de su hermano José Eulogio, fallecido el 17 de febrero de 2001, por un compromiso preferente con el pontífice romano. Tampoco mostró especial sensibilidad su eminencia cuando doña Magdalena, que al igual que su marido está en paro, lo llamó por teléfono en solicitud de ayuda, pues el purpurado se limitó a colgar el aparato.

Por si estas confidencialidades pudieran parecer insignificantes por pertenecer al ámbito privado de una personalidad pública, aunque afecten al protagonista en algo que tanto parece incumbirle como es la familia, vaya como colofón más repercusivo la información revelada por el diario 20 Minutos según la cual los arzobispados de Madrid y Burgos han invertido fondos en empresas como el Laboratorio Pfizer -multinacional fabricante de la Viagra y diferentes tipos de anticonceptivos- por un total de 80.000 euros.

Mientras, don José Antonio Reig Plà, obispo de Murcia-Cartagena, ha dispuesto que jóvenes brigadas de neocatecumenales y opusdeistas patrullen en estas fechas previas al 9-M las calles de la diócesis en defensa de la virginidad hasta el matrimonio y en contra del condón, el aborto y el matrimonio homosexual.


RedDIARIO
Con el final de la Inquisición no se extinguió el espíritu inquisitorial. Cada miembro de la Conferencia Episcopal es un inquisidor en potencia. (José Saramago).


Las extrañas inversiones de la jerarquía católica española. (Juan Torres López).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entre bostezos asistió Rouco a su nombramiento como presidente de la CE. Dice bastante de la institución dormida que preside.

Anónimo dijo...

La iglesia vive en el sueño eterno, efectivamente.

Anónimo dijo...

Predican con el ejemplo.

Publicar un comentario