sábado, 16 de agosto de 2025

UN BRIGADISTA RESPONDE AL CONSEJERO QUIÑONES CON SU MENÚ DE TRABAJO


Lazarillo

Parece que por fin viene Sánchez a Orense y León-escucho-, transcurrida más de una semana de que en esas provincias se viva un infierno, con la colaboración de un operativo de extinción de incendios de la Junta de Castilla y León pobre, mal organizado, sin formación suficiente y falta de funcionamiento en la cadena de mando y en la estructura operativa. Así lo cuenta un brigadista a Heraldo de León, sin identificarse "para evitar que me dejen en la calle". En las últimas horas ha trabajado en los incendios del norte de la provincia leonesa: “Lo que está ocurriendo es el reflejo de lo mal que se hacen las cosas. La Junta no se entera de nada, llevamos años diciendo que esto iba a pasar y lo único que nos dicen es que nos callemos”. El trabajador describe  jornadas sin fin: “Trabajamos doce horas desde que nos ponemos las botas hasta que nos las quitamos. Y eso como mínimo, hay compañeros que trabajan más”. Su crítica se mezcla con ironía amarga: “Yo le diría al consejero (Suárez Quiñones) que también tengo la mala costumbre de comer todos los días, pero una loncha de jamón cocido y galletas. Y además tengo la mala costumbre de salvar vidas y de jugarme mi vida ¿Y él?”. Castilla y León vive el que podría ser el mayor desastre por el fuego, con 95.000 hectáreas quemadas en 2022 y casi 40.000 ahora sólo en Zamora y León, cuatro trabajadores fallecidos entonces y tres estos días. El consejero de Media Ambiente es el mismo y Mañueco  quiere mantener su ineptitud, que cuesta vidas. 

DdA, XXI/6074

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