Lazarillo
Es indudable que hay un amplio sector del Partido Popular al que ayer se le vio sumamente entregado a la desmesura de su jefe en su intervención en el Congreso contra el presidente del Gobierno. Se trata de quienes se entregarían con el mismo entusiasmo a la extrema derecha con tal de gobernar, como demostraron algunos diputados de Vox aplaudiendo a Feijóo por mostrarse hasta tal punto tan asilvestrado y montaraz en su discurso que creo descubrió la desesperación que le aqueja. Si ayer Sánchez repitió medidas contra la corrupción que ya fueron inútiles con las que tomaron sus predecesores, sin convencer a algunos de sus socios, Feijóo contribuyó con su destemplada y airada intervención, propia de cualquiera de los líderes trumpistas de la extrema derecha en Europa, a que -mientras la corrupción no lo afecte- Pedro Sánchez sea reforzado en su estrategia de mantenimiento en La Moncloa. Es de todo punto inadmisible que el líder de la oposición haya dicho en la tribuna del Congreso, dirigiéndose al presidente del Gobierno, "pero ¿de qué prostíbulos ha vivid usted?", porque eso, aparte de impotencia para lograr la caída del ejecutivo, denota tan baja estofa personal y democrática como la de quien lo impulsa a imitarla con ese mismo avieso talante desde la presidencia del gobierno de Madrid. No parece creíble que el electorado de centro haya aplaudido ayer ese discurso.
DdA, XXI/6.037
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