miércoles, 7 de mayo de 2025

GRITOS CON CITA Y GLOSA (XXV): CRIANDO RICOS DE CRISIS EN CRISIS



José Ignacio Fernández del Castro


«...La gran crisis económica que empezó en 2008 como una especie de equivalente de derechas de la caída del muro de Berlín aportó la inmediata percepción de que el Estado era esencial para una economía en apuros.»
Eric John Ernest HOBSBAWM) How to Change the World: Tales of Marx and Marxism 1840-2011 (Cómo cambiar el mundo: Marx y el marxismo 1840-2011) (2011).

Entre otros curiosos (léase paradójicosespectáculos que nos ha dejado la ya casi olvidada, ante la continuidad de los bretes, crisis-estafa de finales de la primera década del tercer milenio, destaca muy especialmente el carácter esencial que han descubierto en el Estado sus eternos detractores, esos neoliberales que dicen ser herederos de los viejos fisiócratas del “laissez fairelaissez passer”... En efecto, impulsados y avalados por los amos del mundo, actuando como sus auténticos testaferros políticos para una legitimación tecnocrática de sus intereses, los  ocupantes de las poltronas del poder formal (y de sus numerosas asesorías) han ido articulando (siguen articulando con menos disimulo que nunca), desde el propio Estado, las providencias para que, con dinero público, se desarrolle el nuevo principio sagrado de “privatización de las ganancias, socialización de las pérdidas”.

Así que, vista la utilidad residual del Estado-nación para salvaguardar políticamente los intereses económicos de los poderosos, éstos, ya dispuestos incluso a lucir su jeta directamente en las presidencias y ministerios de los ejecutivos, han optado por situarlo en un imaginario de necesidad social pese a su franca agonía, vaciado ya de capacidades reales para administrar la producción y distribución de bienes y servicios de cara a la mejor convivencia de una ciudadanía plural… De cara, en suma, al bien común.

El Estado, inútil ya para garantizar bienestar alguno a sus  gentes (cada día más súbditas, aunque de otros amos), pasa, pues, a ser un elemento nuclear en el control de las poblaciones a través una intermediación pseudopolítica entre éstas (condenadas a elegir entre una casta estructuralmente corrupta supuestos males menores) y quienes realmente tienen poder de decisión en el mundo, las grandes corporaciones transnacionales (o, si lo preferimos, lo que se suele llamar eufemísticamente mercados).

Lamentablemente, se van apagando muchas de de las voces que, como la de Hobsbawm, tanto nos  enseñaron/advirtieron sobre la historia de todo esto. Así que nos tocará seguir de crisis en crisis, comiéndonoslas para (con dinero público) no mermar el beneficio de los ricos que nuestras sociedades crean (y crían).

DdA, XXI/5.980

No hay comentarios:

Publicar un comentario