El «饾惁饾悽饾惂饾惍饾惌饾惃 饾悵饾悶 饾惉饾悽饾惀饾悶饾惂饾悳饾悽饾惃 饾悽饾惂饾惉饾惌饾悽饾惌饾惍饾悳饾悽饾惃饾惂饾悮饾惀» es el acto simb贸lico del que la sociedad se vale para manifestar, a trav茅s de sus representantes, el duelo ante un determinado hecho que por su naturaleza es considerado especial.
Por supuesto que todas las muertes duelen [todos los seres humanos somos hijos e hijas de alguien], pero no todas duelen igual.
No es lo mismo que muera el nieto del vecino del quinto, al que llevas viendo crecer toda su vida, que el nieto de un nepal铆 de Katmand煤. No es lo mismo que muera una persona en un accidente de tr谩fico, que trescientas en un accidente de avi贸n. No es lo mismo la muerte de un beb茅 que la de una anciana. Del mismo modo que no eran lo mismo los asesinatos perpetrados por ETA, que por mafias ucranianas o chinas; ni se lloraban con la misma intensidad.
Algunos duelos no son solo duelos, sino 饾悵饾悶饾惂饾惍饾惂饾悳饾悽饾悮饾惉 饾惉饾惃饾悳饾悽饾悮饾惀饾悶饾惉.
Ya peinamos todas y todos alguna cana como para tener superada esa lecci贸n de educaci贸n social b谩sica. Canteli ya no es que peine canas; tiene los cojones blancos. Y por tanto, a nadie le cabe la menor duda de que sabe perfectamente por qu茅 se guarda el «minuto de silencio» ante el consistorio cada vez que una mujer es asesinada por su pareja o expareja en este pa铆s. Conoce las cifras, conoce la lacra, conoce la realidad de la violencia machista. Cosa distinta es que esta le resbale como un churrete de grasa por la comisura.
Por eso cuando trata de desacreditar el duelo por Karilenia [primera 饾悤饾悤饾悊 del a帽o], cuestionando el motivo por el que no se guard贸 un minuto de silencio en pos de aquel hombre asesinado hace unas semanas en La Corredoria [Oviedo], a manos del paciente psiqui谩trico al que este cuidaba, no me cabe la menor duda; se trata de una maniobra tan torpe como cutre para complacer a su s茅quito de incapacitados emocionales, que son quienes, al fin y al cabo, han de revalidarlo en los pr贸ximos comicios.
Y digo «incapacitados» porque hubiese bastado que uno solo de ellos acreditase media neurona funcional, para enfrentarle a la raz贸n por la qu茅 no promovi贸 茅l mismo dicho acto de repulsa, a pesar de ostentar su excelent铆simo se帽or, el cargo de mayor responsabilidad y poder en Oviedo.
Hay que tenerlos ya no blancos, sino cuadrados.
DdA, XXI/5.897
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