martes, 22 de junio de 2021

A ESTA DERECHA LE PREOCUPA QUE ESPAÑA SE SOLUCIONE, NO QUE SE ROMPA



Fernando de Silva

Don Fernando ¿puedo ya divorciarme?, me preguntaba una señora llamado Amparo en la tarde del 22 de junio de 1981; “tiene que esperar unos días, hasta que entre en vigor la ley”, le contesté, pero “podemos ir preparando ya los papeles”. Se había separado de su marido al finalizar la guerra del 36, pero no había podido divorciarse porque con la llegada de la dictadura se había derogado la Ley de Divorcio de 1932, y su ilusión era contraer matrimonio con su actual pareja, con la que ya tenía nietos.

La llegada del divorcio suponía un gran avance social, porque solucionaba muchos problemas y permitía subir un peldaño en nuestra libertades. Pero no fue fácil conseguirlo: de hecho, el PP de ahora (antes Alianza Popular) se opuso radicalmente, apoyado por la Iglesia Católica, alegando que el matrimonio era indisoluble y que se rompía la familia. Aunque pronto se olvidaron de ello, y hasta les gustó hacerlo, sin que se rompiese nada.

Lo mismo ocurrió con la Ley del Aborto, o del Matrimonio Homosexual, o con tantas otras a las que primero se opusieron, después las admitieron, y al final ellos mismos las acabaron practicando. El PP es así de hostil en todo, y busca siempre frenar el progreso, del que ellos mismos se aprovechan después.

España no se rompe, ni mucho menos con los indultos, por mucho que alborote el tripartito de la derecho. Simplemente les preocupa que pueda solucionarse el problema con los catalanes, cuyo enfrentamiento necesitan por motivos electorales. Aunque serán ellos los primeros en doblegarse si necesitan sus votos para gobernar; como hizo José María Aznar cuando precisaba el apoyo de Jordi Puyol, y hablaba catalán en la intimidad.

Zapatero fue acusado por el PP de ser cómplice de ETA, y acabó con el terrorismo. ¿Ya nadie se acuerda…?

DdA, XVII/4883

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