Léase en principio esta despedida del interventor Fernando Urruticoechea y hágase a continuación lo mismo con el discurso que pronunció hace solo tres años en Valencia con ocasión de la entrega del premio a la libertad de expresión (2016), otorgado por la Unió de Periodistas Valencians. Cuando un profesional de la categoría ética de Fernando asegura que tira la toalla después de haberse dejado la salud en el ejercicio de su trabajo contra la corrupción, debería la sociedad española -que hasta ahora no lo ha hecho, sin que se sepa a qué espera para ello- encender las alarmas ante la magnitud y la gravedad del problema, cuya permanente presencia de actualidad en los medios de comunicación a lo largo de años más pareciera un mero objetivo de exclusivas periodísticas y mutuas denuncias políticas entre unos y otros (PSOE/PP) con fines electoralistas,  que una lacra a erradicar por los tribunales de justicia con las penas consiguientes. La última referencia nos la dió la noticia de esta semana: El Partido Popular decidió en mayo de 2013 destruir el disco duro del 
ordenador del que había sido su tesorero, Luis Bárcenas. Lo hizo cuatro 
meses después de que EL PAÍS publicara los papeles de la contabilidad paralela
 que durante al menos 20 años usó la formación conservadora para 
distintos pagos en b por casi ocho millones de euros. El PP destruyó a 
conciencia el disco duro cuando la investigación judicial acumulaba ya 
numerosas pruebas sobre la financiación ilegal a través de las 
donaciones no declaradas de constructores y contratistas de la 
administración pública. Este miércoles, el PP ha sido absuelto tras 
borrar esa información. 
Nuestro más sincero agradecimiento a Fernando por su impagable labor durante todos estos años.- Lazarillo
Nuestro más sincero agradecimiento a Fernando por su impagable labor durante todos estos años.- Lazarillo
Fernando Urruticoechea
No se puede vivir resistiendo siempre 
contra el poder arbitrario y sus acólitos. Especialmente si se hace en 
soledad porque el poder siempre gana complicidades frente al denunciante
 en que te convierten por hacer reparos de ilegalidades. Fueron 
centenares y muy graves por falta de contrataciones en servicios 
locales.
Tras la durísima resistencia y victoria 
pírrica contra el alcalde de Crevillent ganando frente a 2 expedientes 
disciplinarios ni siquiera me llamaron los partidos de oposición PSOE y 
COMPROMIS que se abstuvieron en la votación del Pleno de mi 2º 
expediente que sabían era de castigo por mis informes de ilegalidades.
Ellos nunca denunciaron tales ilegalidades.
Tras
 ese duro castigo y enfermo, sólo pude aguantar 2 años como interventor 
en Orihuela tras la victoria del PP en las elecciones del 2915 frente al
 acoso laboral del corrupto PP local prometido ya en las elecciones.
En
 Torre Pacheco desde 2017 a pesar de conseguir ordenar el gasto y 
conseguir en menos de 6 meses la legalidad en el plazo de pagos, y 
evitar corruptelas internas como la contratación de sanidad privada para
 toda la plantilla al no atreverse el alcalde a levantar mi reparo, 
también me he roto por mi soledad en los centenares de reparos, al no 
contar con apoyo del alcalde y gobierno municipal para la necesaria 
reorganización de Intervención y frente a los intereses sectarios y 
sindicales y privilegios existentes en la plantilla, y frente a la 
empresa concesionaria del agua que se ríe de la legalidad y no acepta 
control ni rendición de cuentas contando con gravísimos incumplimientos 
incluso del contrato.
Trabajar allí como 
interventor se ha convertido en un sufrimiento diario, por lo que he 
tenido que tirar la toalla y velar por mi salud, ante la desidia 
municipal y falta de amparo por riesgos laborales.
Es
 decir, confieso que ya no puedo más, que me han derrotado y que estoy 
enfermo sólo a consecuencia de mi trabajo de interventor, por el castigo
 recibido en soledad y sin amparo institucional de fiscalía o jueces o 
colegial alguno.
Al Colegio de secretarios e 
interventores de MURCIA ni ha aparecido, ni les espero. Están muy 
ocupados en defender intereses sectarios y fraudes de nombramientos de 
sus colegiados, en su mayoría de inferior categoría a la de su puesto, 
con nombramientos provisionales y comisiones de servicios “a dedo”, 
posiblemente ilegales.
Ante este panorama tiro la toalla.
***Por su induidable interés, enlazamos íntegro el elocuente discurso del interventor de Orihuela, Fernando Urruticoechea, con ocasión de la entrega del 'Premi Llibertat d'Expressió 2016' otorgado por la Unió de Periodistes Valencians: Basta ya de tancredismo político y pasividad ciudadana ante la corrupción.
                     DdA, XV/4270                              

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