jueves, 8 de agosto de 2019

UN GATO CON LUNA LLENA EN EL TEJADO GANA EN PRESENCIA


Lazarillo

Mis antepasados en periodos de guerra y carestía, e incluso en otros más recientes dados a la picaresca del gato por liebre, tuvieron una vida asaz agitada y plena de riesgos y peligros, pero a mi me ha tocado vivir en la sociedad de bienestar, y mientras no nos lo pongan mucho peor que en la pasada crisis  -o estafa que dice mi tutor- voy a seguir haciendo de mi vida doméstica un relajo, condumio mediante. Cierto, cuando me asomo al alféizar envidio un tanto las correrías semidomésticas de un par de gatos vecinos, pero tampoco se puede decir que la suya sea una vida libertaria, sobre todo si se se considera que uno de ellos está maltrecho de brinco a raíz de un atropello en la calzada. Debo decir, no obstante, que me lo pasé de ensueño las veces que me escapé por los tejados aprovechando un hueco en la ventana de la buhardilla. Una de esas veces había luna llena, y a uno de mis tutores le escuché decir que un gato con luna llena en el tejado gana en presencia. Siendo así, debería despistarse más a menudo con el hueco de la ventana.

               DdA, XV/4242              

No hay comentarios:

Publicar un comentario