sábado, 10 de noviembre de 2018

¿NADIE VA A ESCRIBIR EL ESPERPENTO "VILLAREJO EN LAS CLOACAS"?


Félix Población

Desde este modestísimo Diario hago una desesperada llamada a los creadores teatrales o cinematográficos para que en el plazo de tiempo más breve posible, por favor y por caridad, monten un espectáculo sarcástico-satírico que tenga por protagonista a uno de los personajes que de modo más significativo y ostensible dan una versión más precisa de la vieja política en la que se engolfan algunos aspirantes a ejercer de padres de la patria y son, ante todo, mediocres y avispados trepas, fácilmente tentables por el ejercicio corrupto del poder.
Como esa política no es de ahora, sino que ancla históricamente sus miserias mucho más atrás, es de suma necesidad como higiene mental para el país que aquellos ciudadanos cuyo proceder se rige por otros objetivos -el trabajo bien hecho, la dignidad, la ética, el civismo, la tolerancia y el respeto a los demás-, puedan holgarse con el esperpento Villarejo en las cloacas, de modo que lo que ahora es indignación y rabia cada vez que nos enteramos de sus sucios manejos de espionaje, se mude en carcajada contra tal sujeto y quienes se sirven de sus argucias. Tenemos necesidad de ese humor corrosivo en los escenarios o en la pantalla para no corrompernos de asco y repulsión ante lo que nos ofrece a diario la actualidad política.
¿No me digan que ese ex comisario de presidio, con su andar a brazo abierto, embozado bajo esa gorra cañí de visera calada y con el portafolio de cremallera pegado el pecho a modo de escudo, no merece figurar en un retablo valleinclaniano o en una nueva entrega de Torrente? ¿Es que no hay autores para tal menester? Aconsejo la lectura del excelente artículo que publica hoy el diario El País bajo la firma de mi estimado Julio Llamazares: 

"Que un personaje como Villarejo haya llegado a donde llegó en su carrera profesional, con condecoraciones por parte de todos los Gobiernos a los que sirvió, es preocupante y digno de analizarse, como preocupante es que toda la clase política de un país esté en sus manos desde que entró en la cárcel, pero lo que más debería preocuparnos de toda esta historia es lo que tiene de representativa de una inmoralidad subyacente que no solo afecta a ciertos políticos y personajes conocidos, sino a la sociedad entera, esa que aplaude las filtraciones de Villarejo (al fin y al cabo otra inmoralidad) y se divierte apostando a ver quién será el siguiente en quedar retratado por ellas. Lo siniestro, escribió Schelling, es aquello que, debiendo quedar oculto, nos ha sido revelado, y lo que las filtraciones de Villarejo dejan al descubierto es un submundo de inmoralidad que afecta a todos los españoles y no solo a quienes las protagonizan. Sobre todo a esos que se ríen al escucharlas como si fueran un capítulo más de Torrente".

                      DdA, XV/4.008                    


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