Igual Sánchez vuelve a preferir los modales de Rivera
Félix Población
Ha dicho Felipe González, máximo adversario
entre los históricos del PSOE de Pedro Sánchez como candidato a la secretaría
general de su partido, que ahora toca estar con Sánchez como secretario general
de ese partido. Y ha dicho Pedro Sánchez, que no apoyará la moción de censura a
Mariano Rajoy planteada por Unidos Podemos, que se siente muy cerca de los
votantes de Podemos.
Con una declaración de esta índole, el recuperado líder
del Partido Socialista viene a sugerir que su objetivo a partir de ahora se va
a centrar en un intento por ganarse a los votantes del partido morado, aun a
sabiendas de que esos votantes apoyan la moción de censura de Unidos Podemos,
ante la que el PSOE de Sánchez, como el PSOE de la comisión traidora,
posiblemente se abstenga.
La actitud del renovado secretario general, con
titulares como el que ayer publicaron los medios, viene a indicar bastante a
las claras que, en lugar de reaccionar con la determinación que sería exigible
a las indecencias de los últimos casos de corrupción que afectan al partido en
el Gobierno y al grave quebranto que ha sufrido la cúpula del poder judicial, a
Pedro Sánchez lo que le importa es combatir a Podemos con titulares tan
inverosímiles.
Para ello ha vuelto a insistir, como hizo en su día aquel
compañero suyo afín a la baronesa andalusí, en “disparar” al máximo líder del
partido morado, Pablo Iglesias, con quien dice no compartir modales y al que
culpa falazmente de haber impedido el nombramiento de un presidente del
gobierno socialista, aunque ese presidente hubiera pactado previamente con las
nuevas generaciones del Partido Popular (Ciudadanos), tal como don Pedro calificaba a la marca blanca del PP.
Es muy posible que
Sánchez se haya creído que, al haber sido elegido por la militancia frente al
añejo peso del aparato, ya está en disposición de volver a ser el que Felipe
González quiere apoyar. Se equivocaría fatalmente si para ganarse ese apoyo pretende promover fisuras en Podemos o cuestionar a su líder de un modo tan necio y en unas circunstancias como las actuales.
No debe olvidar Sánchez que todos los
candidatos a la secretaría general que contaron con el respaldo de González acabaron derrotados. A derrota suena una afirmación como la comentada, cuando se hace además al tiempo que se plantea una abstención de su partido a la moción de censura que todos los votantes de Unidos Podemos y muchos del PSOE aprueban, y cuya razón de ser cada día avalan más los hechos.
DdA, XIV/3553
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