Lazarillo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
deberá declarar de viva voz ante el tribunal del caso Gürtel, que ha
acordado este martes su citación como testigo en su condición de alto cargo del PP durante los negocios de la primera época de la trama corrupta, según confirman fuentes jurídicas. La Ley de Enjuiciamiento Criminal sólo prevé la declaración por
escrito de un presidente del Gobierno cuando es citado en función de su
cargo, como ocurrió en 1991 cuando el entonces presidente González declaró por
escrito en la instrucción por el secuestro a cargo de los GAL de
Segundo Marey. Volvió don Felipe a ser testigo presencial en 1998, ante el
Tribunal Supremo y por este mismo asunto, si bien ya no ocupaba la jefatura del
Gobierno. A don Mariano, sin embargo, sólo le caben dos alternativas: acudir a
la Audiencia Nacional o echar mano de la comparecencia plasmática, esto es, por vídeo-conferencia. Ni una ni
otra se valora en La Moncloa como opciones deseables, antes al contrario. El
llamado “paseíllo” sería de seguro portada en todos los medios de información
del mundo, algo que no favorece precisamente la imagen del actual jefe del Gobierno. En cuanto a su comparecencia por vídeo-conferencia, no se olvida la mácula que un acto de este tipo provocó hace cuatro
años en la política de comunicación de don Mariano, cuando por no
responder a las preguntas de los periodistas sobre la trama Gürtel Rajoy convocó una rueda de prensa en
la que compareció de modo virtual, ofreciendo la información correspondiente desde una pantalla, sin que se sepa haya precedentes de algo así
en cualquier otro país democrático del planeta. Este Lazarillo tiene la impresión de que Rajoy será un testigo plasmado. Tanto como lo fue entonces.
DdA, XIV/3514
No hay comentarios:
Publicar un comentario